miércoles, agosto 31, 2022

Las leyes y el “yo”, las leyes y el “nosotros”: reflexiones en torno a la propuesta de constitución para Chile

 

Lo que sería usual esperar de un artículo como este es exponer los razonamientos y acabar con una conclusión aplicada al caso concreto de Chile. Pero voy a enfocarlo de un modo inusual. Empezaré por la conclusión y continuaré con la exposición de lo que debería ser una constitución.

 

Conclusión

La propuesta que se votará el próximo septiembre es una pantomima de constitución. No cumple los criterios que deberían regir una carta magna, como no sea el de allanar el camino hacia la dictadura. Dictadura que se mantendrá, eso sí, cumpliendo regularmente el entrañable rito de introducir papeletas en una urna. Rito que de ningún modo garantiza la libertad. De hecho, los tiranos siempre han sido especialmente aficionados a los plebiscitos.

En la parte expositiva de este artículo bastará explicar cómo debería ser una constitución para darse cuenta de que la propuesta de constitución chilena no lo cumple. Cada exposición razonable de lo que debería ser una constitución sensata es una acusación contra esa propuesta desatinada.

 

Parte expositiva

Dando por supuesta la inteligencia de los lectores, voy a exponer de un modo sintético, casi telegráfico, sin necesidad de probar cada afirmación con extensos argumentos. El despliegue de argumentos estaría bien en un texto divulgativo, pero entiendo que los lectores de estas líneas ya están por encima de eso. Vamos allá.

 

Una constitución debe ser breve, sintética y sencilla. Cuando más complicada sea una constitución más recovecos habrá para que se produzcan las trampas, los movimientos turbios. El lenguaje sintético, escrito por los profesionales del Derecho, debe ser preciso para evitar ambigüedades. Breve, pues las reglas esenciales del juego democrático son siempre breves. Y una constitución son las reglas del juego. Constitución, ley y reglamento no son sinónimos. Trufar la constitución con reglamentos, con detalles regulatorios, es no haber entendido el carácter superior de ese ordenamiento jurídico.

Las reglas del juego democrático, de cualquier juego democrático se podrían sintetizar en tres o cuatro páginas. El resto son meras ramificaciones. Esas tres o cuatro páginas son el corazón de cualquier constitución, su núcleo. En esas pocas páginas un pueblo se juega su libertad. En esas pocas páginas los padres se juegan el futuro de sus hijos y nietos. Son páginas que ponen diques a los desmanes; o, por el contrario, propician dictaduras, guerras civiles, torturas, prisiones, sobornos y pobreza. Hay constituciones que son grandes patrocinadoras de la miseria. Porque cuando creas un marco turbio para el ejercicio del poder, el poder ejecutivo se encargará de que el desarrollo económico se vea lastrado con el florecimiento de los favoritismos. Hay constituciones que son el campo ideal para el cultivo y crecimiento de los oligarcas.

La gran cuestión que se plantea en una constitución es cómo generar el poder y cómo contenerlo. La carta magna determina cómo se constituirá el poder, pero también establece con qué cadenas se podrá contenerlo. Si el ordenamiento jurídico general de una república falla en el diseño de un mecanismo de contención del poder, entonces no logra lo fundamental. “Pero ¿dónde están los frenos?”, preguntaría un incrédulo comprador. El problema es que en este vehículo están montados diecinueve millones de ciudadanos, y no pueden bajarse.

Desde la época de Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu, todos los pensadores se dieron cuenta de que el mejor modo para tener un poder fuerte y efectivo pero no tiránico es la división de poderes. La contención del poder reside en la división de poderes. No en el parlamento. Los populismos tiránicos lo primero que dominan es el parlamento. Lo repito, el control del poder nunca reside en el parlamento. Al revés, el congreso es el generador del poder.

Toda carta magna debe como primera tarea, como su más esencial labor, la de amparar, preservar, tutelar y garantizar la separación de los tres poderes. Tres poderes reales, efectivos, no meramente nominales. Basta leer una constitución para darse cuenta si los tres poderes serán verdaderos poderes, o serán meras presencias que no podrán operar. Hay constituciones que aseguran la inefectividad.

La estricta separación de poderes es la verdadera maquinaria que funciona en el pecho de una democracia, el resto es pura poesía, pura declaración de buenas intenciones, pura exposición de hermosos pensamientos.

Una constitución es una maquinaria, no un poema. Se trata de crear las reglas del juego para todos, para siempre. Meter ideología en una constitución sería como introducir citas de santos en la escritura de propiedad de un terreno. Especifique con claridad el perímetro de la propiedad de la tierra que posee, su extensión, sus zonas comunes de paso, sus servidumbres y no me meta sermones en una escritura de propiedad.

Dígame las reglas del juego de una sociedad y ahórreme un sermón laico. Las reglas son siempre las mismas porque si están bien construidas están pensadas para durar para siempre. Sin embargo, con el paso de los decenios, comprobamos que la ideología es más caduca de lo que creíamos. Lo que hoy parecía que era lo más moderno, provocará risas en nuestros nietos.

A cualquier legislador hay que recordarle que despliegue de un modo muy nítido cuál es la maquinaria del ejercicio del poder, y que se ahorre su sermón ideológico. Las reglas son para todos si están basadas en la razón. Por el contrario, yo, como ciudadano, tengo todo el derecho del mundo a no compartir la ideología de la mayoría. La constitución defiende ese derecho mío, luego puedo pedir al legislador que entre las coles jurídicas no me quiera colar ninguna lechuga ideológica. La constitución debe defender mi derecho a no compartir la ideología del resto de la población. Incluso un representante del Pueblo debe tener derecho a ocupar su escaño en el congreso sin jurar la constitución, la que sea, cualquier constitución. Es auténtico representante del Pueblo opine lo que opine de la constitución. Estará sometido a las leyes como cualquier otro ciudadano, pero no se le puede condenar por lo que piense. Pensar que una constitución es nefasta no le inhabilita como representante de un grupo de ciudadanos.

Si comprendemos la lógica de esta libertad de la libertad de pensamiento, sería justo lo contrario el que una asamblea constituyente quisiera imponer un pensamiento ideológico en el ordenamiento jurídico. La constitución debe ser el garante de la libertad de pensamiento. Crear una constitución que obligue a pensar de un modo determinado (el que sea) a sus ciudadanos es crear una constitución que justo hace lo contrario de lo que debe hacer cualquier carta magna.

Alguien me dirá que la constitución debe exponer derechos, que sería impensable una constitución sin derechos. El problema es cuando la implantación de opiniones se hace bajo el ropaje jurídico de derechos. Y peor todavía cuando esas listas de derechos tienen la intención de convertirlos en vehículo contra la libertad de pensamiento. Alguien dirá: ¿cómo vamos a negar el derecho a la libertad de expresión? De acuerdo, ese es un derecho objetivo, racional y evidente. Pero si la constitución determina el derecho a que los conejos se reproduzcan en el campo y castiga al que afirme otra cosa, bajo la acusación de “odio al conejo”, entonces un derecho positivo se convierte en una imposición negativa. Ciertamente se puede fundar una tiranía a base de decretar cantidades ingentes de derechos. Porque, lo repito, cada derecho no objetivo tiene un reverso tenebroso. Incluso los derechos razonables pueden ser defendidos de tal manera irracional que ese modo se convierta en instrumento para implantar la tiranía. Y así un dictador puede hacer aprobar en el congreso una ley de defensa al honor que, de hecho, acabe con la libertad de prensa. El ejemplo no es hipotético. Correa acabó con la libertad prensa en Ecuador con la excusa de defender ese derecho. Si la defensa de derechos razonables puede pavimentar el camino a la tiranía, ya no digo nada si los derechos no se basan en la razón. Desde un punto de vista teórico, bastaría un solo derecho —por ejemplo, el derecho absoluto a que los conejos se reproduzcan en el campo— para poder acabar con la libertad de prensa, acabar con la oposición en el parlamento y expulsar a los disidentes de los puestos públicos, bajo la acusación de conejofobia. Por eso, precisamente por eso, la articulación de los derechos (cuáles son, su extensión, etc.) siempre es preferible que se deje a las leyes y no incluirlos en el texto de la carta magna. De esa manera se crea un marco neutral en las páginas constitucionales. Cada derecho que se incluya en la carta magna implica una imposición a no disentir.

Alguien seguirá insistiendo en que cómo no vamos a incluir listas de derechos. ¿Pero solo los derechos personales y no los colectivos? ¿Solo los de los humanos y no los de los animales? ¿Por qué no también los derechos de la Humanidad tomada como conjunto? ¿Solo los derechos más importantes? ¿Quién decide cuáles son los importantes? La carta magna no es el lugar adecuado para establecer que la Tierra es redonda o que la Luna no está hecha de queso. Si un artículo determina la esfericidad de la Tierra, lógicamente habrá que pensar cómo se persigue jurídicamente a los que van contra la constitución por negarse a acatar ese precepto constitucional. Todo precepto constitucional debe concretarse después en una defensa jurídica de ese mandato: eso implica persecución. Persecución lógica, por eso es un mandato legal.

 

Alguien afirmará que sin ideología es imposible el Derecho Constitucional, pero no es verdad. Precisamente, lo que caracteriza una constitución que anhela ser permanente, que esté pensada para durar siglos, es que sea neutral, que sean reglas desnudas de racionalidad incuestionable, que se trate de concisas normas para salvaguardar la división de poderes. Cuanta más ideología contenga una constitución, más ridícula resultará cien años después. ¿Pero es que los padres fundadores no han visto las constituciones de los dos últimos siglos? ¿Pero es que no aprenden? De un padre constitucional se pueden pedir muchas cosas, pero la primera es que no haga el ridículo. Si usted ama mucho a los ciervos de los bosques o las margaritas de los prados, genial, pero no los meta en un texto jurídico, salvo que sea una constitución de tipo jurídico-cómico. Ya he dicho que en tres o cuatro páginas se dirime el futuro de un país. Luego no tiene mucho sentido una constitución-novela o una constitución por fascículos semanales que se acabe encuadernando en siete u ocho manejables tomos.

 

La democracia resulta imposible sin jueces independientes. Antes o después, no habrá jueces independientes allí donde un partido puede dominar una cámara que tiene capacidad para legislar lo que quiera sobre la judicatura. Si una cámara puede hacerlo, es como decir: “Sois independientes hasta que yo diga”.

Y digo “yo” porque todo partido es dominado por un solo hombre. Y es que el poder tiende a concentrarse. Tiende a concentrarse y corromperse. Poner el futuro de una nación en manos de una cámara, de una sola cámara, que puede estar dominada por un partido resulta una locura. Y dominio significa simplemente que ha llegado al número de escaños suficientes para legislar sin trabas.

Resulta irónico comprobar que un estudio pormenorizado de la mayoría de las monarquías medievales europeas muestra que el ejercicio de su gobierno se veía supervisado y limitado por una serie de contrapesos reales; no de iure en muchos casos, pero sí de facto. El ejercicio del poder absoluto fue la excepción más que la regla. Por eso resulta llamativo ese afán por conceder ese poder absoluto al congreso. Porque eso, antes o después, significa conceder ese poder absoluto a un partido. Y cuando eso sucede siempre es una persona, una sola, la que domina al partido. De manera que el poder omnímodo que algunas constituciones otorgan a los parlamentos se traduce en poder irrestricto poseído por una sola persona.

El poder absoluto del parlamento es una inmoralidad. Algo tan escandaloso que, normalmente, se suele enmascarar con verborrea legal. Hay muchos modos de encubrirlo ante la opinión pública. Se puede hacer con organismos, consejos, dictámenes obligatorios previos, cámaras asimétricas y demás decorados. Al final lo que importa es quién puede cocinar las leyes, el decorado de la cocina importa bien poco.

La independencia de los jueces es algo muy bonito que se puede repetir mil veces en una constitución. Tal repetición no sirve para nada, me basta escuchar una sola vez cómo se constituye el senado para saber si la judicatura será independiente o no.

En toda carta magna, debe determinarse con toda claridad, sin ninguna ambigüedad, cómo se va a concretar la necesidad de que el cuerpo legislativo sea independiente de la cámara donde están los políticos. Donde están los políticos, pero donde acabará reinando un solo hombre.

Idealmente, el senado debería estar por encima de la política. Si no se consigue ese ideal (que era el de los padres fundadores de Estados Unidos), al menos hay que lograr que la distribución de escaños del senado nunca sea una perfecta copia del congreso. Porque la institución senatorial no puede devaluarse a convertirse en una mera formalidad en la sanción de una ley, sino que debería ser un cuerpo de ciudadanos independientes de la mayoría arrolladora que puede dominar hegemónicamente el congreso. Hay que lograr un senado real, no un espejismo de senado.

En los libros de historia, el camino hacia la independencia consta de varias batallas. Esos mismos libros nos muestran cómo el camino hacia la perdida de la libertad en las democracias sigue siempre el mismo, idéntico, camino: congreso, senado, judicatura.

Siempre existe el temor a que el senado se convierta en un búnker de ideas reaccionarias, en un obstáculo paralizador del poder ejecutivo, y cosas por el estilo. Se pueden articular varios medios para que el senado vaya renovándose, pero que lo haga a un ritmo que no sea el que desea el partido hegemónico. Responder a esos miedos del inmovilismo convirtiendo a los senadores en siervos del partido es oponer un mal cierto frente a un mal probable; un mal cierto de la mayor gravedad (la tiranía) frente a un mal probable de dimensiones mucho menores (un cierto nivel de inmovilismo).

 

El Pueblo nunca ha redactado una constitución. Jamás lo ha hecho. En ningún lugar del mundo. De eso siempre se ha encargado un grupo de políticos. Un puñado de políticos que no han bajado del cielo, impolutos, irradiando honestidad en sus rostros; sino que han sido políticos con las mismas virtudes y defectos que el resto de su casta. Hombres menos honestos producen constituciones menos rectas.

Hay constituciones que cuentan con más trampillas disimuladas, con más pasadizos oscuros; y otras cuentan con menos. La capacidad de indulto es una de esas trampas. Si la ley no debe aplicarse en todo su rigor, que lo decida un juez, no un político.

La experiencia es que el Pueblo siempre dice que sí cuando se le pregunta si aprueba una carta magna. Y si dijera que no a la primera, diría que sí a la segunda. El Pueblo es así, tiene la vaga impresión de que Montesquieu es un pueblo de Bélgica. La masa popular siempre anhela a un gobernante que se saque el cinto y ponga todos en su sitio.

El refrendo popular es una formalidad necesaria. Pero el resultado negativo de la consulta popular siempre depende más de razones aleatorias, propagandísticas y de imagen del que hace la propuesta que de una negativa fundamentada en el contenido.

Después del plebiscito se suele añadir que ¡el Pueblo ha hablado!, que ¡es voluntad del Pueblo!, y todo eso. Pero no hay que exagerar con eso de la voluntad popular. En las consultas que se producen en el marco de una democracia, podemos afirmar con total rotundidad que la propuesta de constitución siempre es a imagen y semejanza del presidente que promovió el cambio constitucional. Quien tiene la capacidad para determinar cómo se conformará la asamblea constituyente tiene la capacidad para promover la constitución que le gustaría. Después siempre repetirá: El Pueblo ha hablado. Pero no conozco ningún presidente de una democracia al que la asamblea constituyente le haya dado alguna sorpresa.

Las asambleas constituyentes de no pocas democracias han emanado textos en los que resulta válida la afirmación de que la constitución del Pueblo es la constitución redactada por el presidente. Demasiadas veces el proceso se ha comenzado no para reforzar la democracia, sino para concentrar más poder en el presidente.

Allí donde un congreso tenga un poder monárquico absoluto, el tribunal constitucional acabará siendo un órgano al servicio del poder. Una vez ganada esa batalla, acabará ganándose la siguiente batalla por conquistar la Junta Electoral Central.

Se afirma con rotundidad que el Pueblo es soberano. ¿Será necesario recordar que los soberanos medievales no eran absolutos? Un monarca absoluto siempre fue la excepción en la Europa medieval. ¿Vamos a sustituir un rey absoluto por otro soberano absoluto: el Pueblo? Contener la capacidad legislativa ilimitada del Pueblo es necesario para que haya libertad. Ese poder ilimitado es democrático, totalmente democrático, pero democracia no es sinónimo de libertad. El sistema democrático es un medio para obtener la libertad. Sin ninguna duda, puede haber una auténtica democracia sin libertad.

El Pueblo es soberano, pero el Pueblo no puede gobernar. La masa puede linchar a alguien, puede quemar un palacio presidencial, puede saquear los comercios de una ciudad, pero carece de capacidad para gobernar. Los únicos que tienen capacidad para hacerlo son sus representantes. ¿Qué sentido tiene luchar por la libertad frente a la opresión, si al final el representante popular queda investido del poder irrestricto de un rey absoluto?

Es cierto que la institución de la monarquía presidencial precisa de una determinada mayoría en la asamblea popular, congreso o parlamento. Pero una vez obtenida, si inicia un proceso de destrucción legislativa de las barreras a su poder, el resultado es la petrificación de esa mayoría en la asamblea popular.

La dualidad congreso-presidente es igual a poder. El senado y la judicatura deberían ser expresión de la razón. La dualidad congreso-presidente debe estar limitada por la dualidad senado-judicatura. El poder debe estar contenido por la razón. De ahí que los senadores y los jueces deben ser escogidos de entre los hombres razonables que sean buenos conocedores del derecho. Para ejercer su función de un modo basado en la razón y no en otros intereses, deben ser independientes. Varios son los medios para lograr este fin. Lo importante es lograr un grupo de hombres razonables e independientes.

 

Acabo este artículo diciendo que no solo no me opongo, sino que me parece lo adecuado, que una constitución comience con un prólogo que ponga algo de poesía al texto legal que va a seguir. Y también me parece adecuado acabar con un epílogo que concluya con otro poco de belleza literaria. Ahora bien, yo aconsejaría dejar fuera de ese prólogo y epílogo los derechos reproductivos de los conejos o asuntos tales como la esfericidad de la Tierra.

 


martes, agosto 30, 2022

Un tribunal constitucional para gobernar a todos los tribunales

 

La foto representa a la Justicia y a la Historia. Es un relieve del senado de Estados Unidos. ♣ ♣ ♣ En la propuesta de constitución chilena hay un centro alrededor del cual gravitarán todas las libertades de todos los ciudadanos en todos los asuntos: la composición de la Corte Constitucional que es la que decidirá si una ley es o no acorde a la constitución.

El artículo que regula la composición de ese órgano es como el pilar definitivo de un edificio. El edificio tiene elecciones generales: no importa, también hay dictaduras con elecciones. El edificio tiene un presidente: eso es algo común a cualquier sistema. Y así podríamos seguir revisando pilares y columnas de la edificación constitucional. Pero el pilar donde se asentarán todas las libertades es ese, el de la Corte Constitucional.

El artículo de la propuesta comienza diciendo así:

La designación de los miembros de la Corte Constitucional se efectuará en base a criterios técnicos y de mérito profesional, de la siguiente manera:

Muy bien, puros buenos deseos que no llevan a ningún lado. Esas líneas podrían estar o no en la carta magna, no sirven para nada. Esas palabras son como una maceta con un poto, sirven para hacer bonito en un comedor, pero allí acaba todo. Porque, al final, lo que realmente importa es lo que sigue:

4 serán elegidos por el Congreso de Diputadas y Diputados y la Cámara de las Regiones;

3 serán elegidos por el o la Presidente de la República; y

4 serán elegidos por el Consejo de la Justicia.

Vale, allí está el meollo, allí está el pilar que sustenta todo lo que Boric quiere construir encima. Y no soy mal pensado, ¡él lo ha dicho! Lo ha dicho expressis verbis, quiere una constitución con la que él pueda no solo gobernar, sino también cambiar las leyes según su libre albedrío.

Qué significan los números de arriba. Pues que hay once votos. Quien tenga el dominio sobre seis votos habrá logrado todo. Un partido que gobierna tiene cerca de la mitad de los votos en el congreso (por sí mismo o por medio de una coalición), eso es así en todas las naciones. Gobernar supone controlar la mitad del congreso, aunque haya elecciones diferenciadas para el congreso y la presidencia. Mirad todas las naciones y veréis que es así. Sería impensable que la población diera la presidencia a un candidato de un partido, y después no votara a su partido. Si entre las dos votaciones hay un desfase, siempre es temporal.

Haced cuentas, eso significa que Boric ya parte con cinco votos de los seis que necesita para aprobar toda la batería de propuestas que necesita: leyes sobre prensa, leyes que regulen el proceso electoral, leyes para la designación del tribunal supremo.

Daos cuenta de que la falta de un voto no es ninguna garantía. Difícilmente, en el otro lado los cinco jueces votarán en un solo sentido. Basta un voto, solo uno. Una vez consolidada una mayoría suficiente en la Corte Constitucional, las leyes irán fluyendo una tras otra. Un voto de más puede parecer que no es tan fácil de conseguir, pero recordemos que esta es una partida que si se pierde una sola vez, ya no hay vuelta atrás.

¡Pero, padre!, ¿está siempre pensando en la mala voluntad de los partidos gobernantes? Por supuesto. Si de algo podemos estar seguros es que, antes o después, habrá mala voluntad. En el caso de Boric, esa mala voluntad ya existe desde el principio.

Las leyes deben siempre forjarse contando con la mala voluntad de los gobernantes, de los parlamentarios y de cualquiera. Compadezco al que construya un sistema legal que, en una cuestión trascendental como esta, haya que depender de la buena voluntad. La mera repartición de puestos en la Corte Constitucional ya es toda una declaración de intenciones, ¡de malas intenciones! Sus números son la prueba. Si hubiera querido un tribunal independiente, solo tenía que haber cambiado los números. En los números están las intenciones.

lunes, agosto 29, 2022

Tomas Moro y Chile: la propuesta de constitución

 

Leí ayer el comienzo del documento de la web del senado de Chile. Se titula Reflexiones sobre el proceso constituyente: Revisión de una vía (Asamblea Constituyente) y experiencia comparada. Allí se quejan de lo siguiente en la constitución vigente, la de 1980. Escuchad la queja para que se vea la insensatez que ha guiado la reforma:

De su lectura encontramos que si la reforma recae sobre ciertas materias (Capítulos I, III, VII, X o XIV) el quórum de aprobación es de 2/3 partes en ambas cámaras, es decir, de 80 diputados y 26 senadores. Las demás reformas se aprobarán con un quórum de las 3/5 partes en ambas cámaras requiriéndose, entonces, de 72 diputados y 23 senadores. Esto evidencia que resulta prácticamente imposible cualquier reforma sustancial a la actual Constitución.

Increíble. Para cambiar las reglas generales que afectan a la esencia de la democracia, parece lógico que los representantes del Pueblo se pongan de acuerdo. El que el acuerdo sea de 3/5 partes no es pedir, ni mucho menos, la unanimidad, es solo un acuerdo amplio. Como Boric afirma que eso no es posible, la solución que propugna se resumiría en lo siguiente: “Ya no necesitaremos ponernos de acuerdo. Bastará que podamos cambiar las reglas de todos con una mayoría como la que tenemos ahora”.

Increíble. Como el acuerdo es difícil, vamos a hacer lo que diga yo. ¿Pero como el 35% de la población puede decir que sí a tal propuesta?

El documento citado añade este otro razonamiento a favor de la reforma de la constitución:

El tercer cerrojo es el referido al “control preventivo” del Tribunal Constitucional, que en términos simples implica que un tribunal imponga al legislador su voluntad durante el proceso legislativo, convirtiéndose, en la práctica, el Tribunal Constitucional en una tercera cámara.

Vamos a ver, lo que usted afirma que es un defecto es una virtud. ¡Pues claro que debe haber un Tribunal Constitucional independiente! ¿Pero cómo se pueden quejar de no dominar un tribunal? ¡Pero qué cara! Aquí solo puedo recordar la contestación de Tomás Moro en Un hombre para la eternidad, cuando le dice a Rupert:

Ya. Y cuando te hubieses saltado la última ley, y el diablo se volviera contra ti, dónde te esconderías si las leyes no importan. Este país está lleno de muchas leyes, de costa a costa, leyes humanas, no divinas, si te las saltaras, y eres muy capaz de hacerlo, ¿crees que podrías resistir impasiblemente los vientos que se levantarían?

¡Sí, yo concedería al diablo el beneficio de la ley por mi propia seguridad!

Frente a la mamarrachada de razones que ofrece ese documento subido a la web del senado, la respuesta de Moro en la película es de una luminosidad cegadora. Habría que estar ciego para no ser deslumbrando ante semejante verdad: también hay leyes que son vallas, muros, defensas.

“Emborrachemos a la población con derechos y más derechos, pero quitemos la posibilidad de que un tribunal de hombres independientes pueda oponer razones jurídicas a cualquier reforma que hagamos”, ese es otro resumen de lo que dice este coro.

¿Pero cómo no se han levantado todos los expertos en Derecho de una nación a condenar rotundamente esa propuesta? Estos días he escuchado a un buen número de ellos. Los oigo hablar y hablar de los derechos presentes en la propuesta, pero no les escucho analizar cuestiones como las que regirán quienes ejercerán de Tribunal Constitucional. Por favor, ¡qué sois profesores de Derecho! ¿Pero cómo se os puede pasar semejante pequeño detalle? 

Tampoco les escucho analizar la regulación de la Junta Electoral Central (en Chile tiene otro nombre) o la separación de poderes. Solo ocupan su tiempo en comentar lo progresista que es este texto, los derechos de los conejos campestres, el feminismo, los derechos de la Luna y cosas así.

Por supuesto que tiene que existir un recurso externo al del congreso. En una situación de amplia mayoría, el congreso siempre va a estar dominado por el partido. Partido que será el mismo que ha puesto al presidente en el poder. ¿Cómo va el mismo partido a ejercer esa función? Este timo es el que se intenta ocultar con lo de las dos cámaras asimétricas.

Chile, Chile, ¿crees que podrás resistir impasiblemente los vientos que se levantarán si se aprueba esta propuesta de derribo de vallas?

https://www.youtube.com/watch?v=PDBiLT3LASk


domingo, agosto 28, 2022

A vueltas todavía con cuestiones constitucionales

 

Ya que estos días han tratado de cuestiones constitucionales, permitidme que os comparta algunos pensamientos más.

Una pregunta que me he hecho desde hace años es ¿se deben prohibir los partidos que en su programa tengan el acabar con la democracia? Esto afectaría a partidos de tipo nazi o de religiosos que pretendan implantar un califato tipo ISIS, etc.

Después de tiempo pensando este tema, claramente veo que sí. Los partidos que promuevan el fin de la democracia no pueden beneficiarse de los beneficios estructurales que supone ser un partido con representación en el congreso.

Las razones en contra de la prohibición de este tipo de partidos son varias, y algunas dignas de ser tenidas en cuenta. Pero sostengo que no deben permitirse.

Cierto que una coalición de partidos puede tener medios para presionar la prohibición de un partido emergente, amparándose falsamente en esa excusa. Pero la defensa de un partido injustamente prohibido radicaría en un estamento judicial independiente. Finalmente, todo acabaría en el Tribunal Constitucional.

Esta como tantas otras cosas, al final, acaban en ese tribunal. Cómo se constituya ese tribunal resulta esencial. Yo, en mi libro, ya dije que lo ideal es que esté constituido por jueces vitalicios escogidos por 2/3 de los senadores. Pero si no es así, que será lo normal en casi todas las naciones, pienso que la mitad deben ser por designación del congreso, y la otra mitad por elección de la cúpula del Tribunal Supremo, que unos veinte jueces decidan quiénes son los más profesionales para ejercer esa función.

sábado, agosto 27, 2022

Qué foto tan emotiva


Me ha llamado profundamente la atención las palabras de Dick Cheney sobre Trump. Cheney no es santo de mi devoción, al revés, pero sus palabras, qué duda cabe, son de esas… que impresionan:

https://www.youtube.com/watch?v=ro8rkZ4HQZQ




viernes, agosto 26, 2022

Chile, no sabes lo cerca que estás del abismo

 

La foto es de las firmas y sellos de la constitución noruega de 1814. 

Desde hace años llevo hablando del cambio de época que se avecina. (Parecía que decía cosas contra el avance de la historia. Pero ahora vamos viendo los dientes al lobo). Equivocado o no, era mi convicción de que los cambios sociológicos acabarían alcanzando la suficiente masa crítica para cambiar el régimen político del que disfrutamos en toda Europa. (Lenguaje técnico para expresar verdades muy sencillas, bíblicas). Por decirlo de un modo bíblico, la gran apostasía provocará un nuevo tipo de dictadura; que, por supuesto, será rabiosamente antifascista.

El caso de Chile es todo un presagio de lo que nos espera. (Lo que no me esperaba es una carta magna tan tan chapucera). Una sociedad en la que era impensable un cambio radical de tipo liberticida es ahora una de las piezas que se ha situado cerca del borde, en ese punto en que caería del tablero.

La moda de cambiar la constitución está incendiando, una a una, progresivamente, las democracias de Hispanoamérica. Ahí tenemos el camino que seguirá Europa. El fruto va madurando y se va viendo los colores que va a ir adquiriendo. Igualdad, libertad, tolerancia, esa es la nueva divisa de los dictadores del siglo XXI.

Dada la irracionalidad que rige en la propuesta de constitución de Boric (de Boric, no del Pueblo), dada la conculcación de derechos tan impudorosa, atacar a la Iglesia con futuras leyes ya sería como una conclusión lógica de todo lo que dice la propuesta de constitución. Eso ya no sorprendería a nadie.

jueves, agosto 25, 2022

Padre Fortea, ¿qué le parece la propuesta de nueva constitución chilena?

 

Lo del proyecto de constitución en Chile es para echarse a llorar. Estoy convencido de que el pueblo chileno dirá “no” a la propuesta. Ahora bien, que la aprobación del proyecto ronde el 35% o el 40% de la población es muy preocupante, extremadamente preocupante.

La nueva constitución ganaría un premio honorífico en un concurso en busca de la peor carta magna de la historia. Estoy seguro de que hasta los tártaros del II antes de Cristo debían disfrutar de un marco jurídico más laudable que este. Lo que hemos visto creíamos que era imposible hasta la Libertonia de Groucho Marx.

Sería para reír, si no fuera porque el proyecto de liberticidio se presenta completamente en serio y tanta gente lo apoye. No creo que salga adelante, pero Chile está a un par de pasos del abismo. Que ese formidable e impresionante país pueda convertirse en una Evomoraleslandia me estremece. El 35% de la población está dispuesto a votar la voladura de las libertades del país. Me estremezco.

Yo no sabía nada de Boric antes de leer SU constitución. Allí he descubierto su alma. Cierto que la constitución es una colección tan extensa de insensateces que hasta de puro averiadas tienen su gracia. Pero más allá de las inconsistencias, de las contradicciones del texto, el problema es que desencadena al poder. Es una constitución que no frenará al caudillo que logre la mayoría adecuada. El texto consagra la capacidad para arrollar, para apisonar. ¿Qué vallas, qué muros, se han habilitado para contener al poder cuándo este se desate?

El problema es que, si el proyecto se rechaza, puede volver a presentar otro. Y si ya ahora tiene esa tasa de aprobación, un buen análisis sociológico le hará reformar lo necesario para ganar, cuando lo esencial es asegurar la división de poderes. Pobre Chile, ¡pobre Chile! Pero ¿es que resulta tan fácil acabar con la libertad? ¿Pero cómo es que toda una sociedad no se da cuenta?

¿Cómo determinado rector universitario puede hablar de los aspectos positivos de la nueva constitución? ¿Cómo es eso posible? ¡Pero si todo en ella es una trituradora de libertades de principio a fin! El único artículo que se salva, el único que no está averiado en esa maquinaria que echa humo por sus cuatro costados, es el artículo que mantiene el himno nacional y la bandera.

Ya he subido el vídeo sobre el tema que os dije

 

Como curiosidad, la foto es de la constitución de Pakistan. Bueno, ya he subido mi opinión sobre el proyecto de nueva constitución para Chile:

https://www.youtube.com/watch?v=CJAXlC37RU4

En otros temas la influencia social que puedo tener con una charla es nula, pero en este caso albergo la esperanza (solo la esperanza) de que pasando de una lista de contactos a otra lista de contactos pueda convertirse en un vídeo popular que tenga repercusión sobre la decisión de decenas de miles de personas.

A partir de ahora, siempre cabe la posibilidad de que la sucesión de causas y efectos nos sorprenda.

Es curioso, llevo tantos años reflexionando acerca del Derecho Constitucional y hoy justamente puedo pasar a tener voz en un proceso real. Bueno, más tarde, después del almuerzo, escribié otro post.

miércoles, agosto 24, 2022

Charlas delicadas

 

Creo que voy a decir alguna cosa en mi canal acerca de la nueva constitución de Chile. Me he resistido hasta hoy, pero creo que sería bueno decir algo desde el punto de vista de la moral, de la razón, de la búsqueda del bien común.

Agradeceré comentarios acerca de por qué un sacerdote puede hablar de este tema. Por supuesto que se puede hablar mal de este tema por parte de un presbítero. Pero creo que se puede decir algo que no desdiga de la labor sacerdotal.

También agradeceré links a vídeos o artículos que muestren un buen análisis del asunto. Después de publicar este post me pondré manos a la obra, así que si alguien tiene algo que aportar, por favor, que lo haga tras leer el post.

Es un tema delicado el campo acerca de lo que un sacerdote es conveniente que hable y de lo que no hable. En mi charla no iré más allá de lo que deba, eso deseo y me esforzaré.

Bueno, ya he grabado la charla sobre el tema que os he dicho. En cuanto me lo devuelva sincronizado con el sonido la persona que se encarga de ello, lo subiré a mi canal. Gracias a vosotros en la sección de comentarios por vuestra colaboración y apoyo.


martes, agosto 23, 2022

A vueltas con el tema de la nueva constitución que se está fraguando en Chile

 

Hoy, mientras fregaba platos, lavaba los suelos y organizaba todo en la cocina, he escuchado íntegramente las conferencias reunidas en este link titulado ¿Quién defiende la constitución? Las ponencias versaban acerca del tribunal constitucional:

https://www.youtube.com/watch?v=3lLuwQapnPQ&t=2390s

Todos los ponentes son chilenos. Especialmente brillante, magistral, el primer ponente Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales. Le he escuchado con admiración.

Al escucharlos, pensaba lo bien construida que estaría una constitución si gente como la que aparece en el vídeo, profesionales del Derecho, se reunieran para redactar el texto de la carta magna. Si los que se reunieran fueran personas con un conocimiento tan profundo y con una racionalidad como la que manifiesta el rector que habla en primer lugar, el resultado no tendría sorpresas: sería un texto ejemplar.

El problema es cuando quienes no tienen ni idea, pero han ganado las elecciones a base mítines, se ponen a ensamblar engranajes, unir piezas y apretar tuercas. Hago constar que también escuché a Boric (presidente de Chile) en un vídeo explicativo, con una pizarra detrás, que estaba explicando por qué había que redactar una nueva constitución. Al final todas sus nada convincentes explicaciones se podían resumir en esta frase: no quiero que ninguna institución me pueda decir que algo que haga es ilegal.

No me lo podía creer. Lo dijo de un modo nada claro, más confuso imposible, pero lo que expresó, en definitiva, fue eso: Necesitamos una nueva constitución porque en la actual tengo los obstáculos de los poderes legislativo y judicial.

El contraste entre la racionalidad y el conocimiento de la materia de Carlos Peña (y otros), y la superficialidad de ese político resultaba chocante. Pero es el político ambicioso el que de facto ha redactado el nuevo texto, y la volverá a redactar si falla el refrendo en la primera votación.

Una vez más, las grandes personas, los individuos competentes, existen; pero son los políticos los que organizan todo, lo disponen y toman las decisiones.

lunes, agosto 22, 2022

Crítica arquitectónica de Saxum: fuego amigo

 

Cuando uno escribe un libro, agradece las críticas constructivas, aunque la opinión del crítico sea muy desfavorable. Todo escritor sabe cuándo una crítica es profesional y cuándo nace de la inquina. Las opiniones que rezuman inquina carecen de cualquier interés.

Después de darme mucho tiempo, he optado por hacer una crítica de Saxum, la casa que ha abierto el Opus Dei en Tierra Santa para los peregrinos.

Una cosa más, antes de empezar, puedo criticar con ánimo constructivo un libro, la conveniencia estética de un determinado hábito religioso o una obra arquitectónica. Jamás me permitiría criticar a una persona concreta, sea laico, sacerdote, religioso o pagano. Si veo un defecto en alguien, se lo diré a él a solas.

Ahora bien, dar la opinión sobre un edificio para bien de la benemérita institución que la ha levantado puede ser un modo de ayudarle. Aunque un modo mínimo, pues no desconozco que mi influencia es pequeñísima. Pero alguien importante de la Obra puede leerla y ser para bien. Vamos allá.

Para los que quieran ver la apariencia del edificio por fuera, en este link tiene una foto:

https://opusdei.org/es/article/saxum-una-realidad-tres-iniciativas/

Por dentro no hay mucho que ver.

Con gran pena, pues amo muchísimo al Opus Dei, no dejo de pensar que esta institución ha dejado pasar una ocasión de oro de hacer una gran obra de arte arquitectónico, levantando un mero edificio correcto.

¿Es soso el edificio? Sí. ¿Dice algo? No. ¿Entusiasma? Para nada.

Alguien me objetará que había leyes urbanísticas que había que cumplir. Por supuesto. Pero da la casualidad que hace menos de una semana vi un reportaje sobre las mejores viviendas levantadas en los últimos veinte años por grandes arquitectos. Y una de esas casas estaba en el centro de Jerusalén, donde las normas eran draconianas. Cuando hay ingenio, se pueden hacer grandes cosas. Cuando no lo hay, la culpa es de las normas urbanísticas.

En Israel hay varias iglesias modernas que son geniales, perfectamente geniales. El complejo Saxum permitía hacer algo todavía más ambicioso, pues no era solo una capilla. La ocasión, ahora, está completamente perdida.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Qué enseñanza nos deja este episodio? Lo primero es que no es un episodio suelto, es un episodio que lleva concatenando muchos más en la misma tendencia. Obras tan preciosas como Torreciudad, la capilla de Belagua, la nuevo edificio de la casa natal del fundador, la iglesia y capillas de Villa Tevere quedan ya muy lejos en el tiempo. ¿Por qué?

Pues porque se han repetido los mismos vicios y defectos que en la planificación y gestión del proyecto para una película que contara la vida del fundador del Opus Dei. ¿Quién se acuerda ya de aquel fiasco titulado Encontrarás dragones? Si yo fuera el prelado, ordenaría quemar las últimas copias polvorientas que queden olvidadas en algún armario.

Si el Opus Dei quiere una gran obra arquitectónica, hay que crear una comisión de gente que sepa para escoger al más adecuado, al más artista, al que pueda sorprender con la belleza. Esa comisión debe tener solo la misión de escoger al Miguel Ángel y después darle libertad. Por supuesto que la comisión debe supervisar, vigilar, dar su visto bueno a los primeros esbozos, al proyecto después.

Saxum es la demostración de que no se escogió bien. Probablemente, la comisión fue intromisiva. A todos los que no son arquitectos, les encanta meter la cuchara en el pastel una vez que se ven involucrados en la construcción de un edificio. Para escoger a alguien genial, los miembros de la comisión deben ser muy buenos en esa materia. No basta con que sean buenas personas. Estoy seguro de que, al final, eran miembros de la jerarquía de la curia generalicia, no expertos. Frutos de esas dos circunstancias desatinadas: la composición de la comisión y la elección del artista son la película Encontrarás dragones y el edificio Saxum.

Alguno me dirá que sí que hubo arquitectos en los grupos de revisión de proyecto y de elección del “director de orquesta”. Sí, seguro. La cuestión es qué puesto ocuparon y si eran los adecuados. Se puede involucrar a personas capaces, pero de un modo no efectivo. En cualquier caso, el resultado habla. El resultado parece indicar que los fallos fueron estos dos señalados.

Para los que formaron parte de las decisiones será fácil hacer una defensa frente a lo que señalo. Pero sería más beneficioso no centrarse tanto en la defensa como en preguntarse: ¿no habrá algo de verdad en lo que dice?

Saxum es como un papel donde está la prueba del delito. Y el delito consiste en esos dos pasos erróneamente dados. Lo repito: composición de la comisión y de ahí vino la mala elección.

Saxum es frío. Si el edificio fuera un actor, es de esos cuyas interpretaciones no generan ningún sentimiento. Los edificios tienen que hablar. Hay edificios que son verdaderos cantos. Este es un edificio mudo. Y que conste que el estilo escogido es de mis favoritos, pero la comisión culpable no logró arrancar ni una nota digna de interés en la partitura de ese “genero”.

Una cosa más. El arquitecto hizo lo que pudo. Fue la comisión, ¡su endiablada composición!, la culpable. Sin duda sus miembros hacían y hacen todas las normas de piedad, pero han cometido un pecado mortal arquitectónico. Cierto que ese edificio no es un homicidio estético, es solo la plasmación edificatoria de Encontrarás dragones.

domingo, agosto 21, 2022

Qué hermosa pintura para retablo de una iglesia moderna

 

Gracias por vuestras oraciones. Hoy me he levantado curado de la infección. Me admira que ahora haga 36 grados a la sombra porque no siento nada de calor, ni siquiera un poco. De hecho, he consultado la temperatura porque no dejaba de oír a gente quejándose del calor. Es lo que oía de algunas personas, que con la edad algunas lo van sintiendo menos. En mi caso ese cambio en mi metabolismo es muy claro desde hace ya más de cinco años. No digo que no empezara antes, yo me di cuenta con claridad en ese entonces.

De hecho, ayer llegué de la calle y al quitarme la ropa no solo sentí frío, sino que hasta me puse a temblar. Menos mal que, en seguida, entré en calor.

Otra curiosidad de la edad es que lo dulce va perdiendo poder de atracción hacia mí. La mayor parte de los dulces me parecen demasiado empalagosos. Si tengo que tomar un postre, prefiero que tenga un ligero toque de dulzor solamente. Y muy pocos, realmente, me atraen. Y cuando los como preferiría que fuesen media ración.

También me llama la atención cómo se va reduciendo en mí la necesidad de dormir. Con pocas horas me despierto espontáneamente totalmente descansado. Ayer me acosté a las doce de la noche. A las 6:30 ya abrí los ojos sin sentir necesidad de dormir más. El problema de que no me despierte el despertador es que me acuerdo mucho peor de los sueños y menos cosas en cada sueño. Ya expliqué que para mí los sueños no son otra cosa que una tómbola de recuerdos. Aunque en alguna ocasión, rara vez, Dios pueda advertirte de algo a través de ellos. Pero eso son excepciones. Hoy he soñado que hablaba con un médico que me daba consejos de salud.

sábado, agosto 20, 2022

Algunas cosas que he hecho durante el día

 

Ayer tuve una cierta infección en la garganta. Hoy, al levantarme, he notado que me ha subido a la nariz y también al ojo derecho que me lagrimea mucho. Me siento un poco afiebrado y no he podido trabajar mucho.

El trabajo de hoy, sobre todo, debía consistir en revisar las correcciones gramaticales al segundo tomo de Paulus, que me ha enviado la editorial.

Hoy tuve una interesantísima cuestión debatida entre mi querido corrector y yo. Al final es correcto tanto decir “eres tú el que manda aquí” como “eres tú el que mandas aquí”. Las dos formas son correctas, aunque en el habla culta se prefiere la primera.

He atendido varias llamadas a lo largo del día: una del País Vasco, dos de Argentina, otra de Alcalá. También he hablado con un amigo largamente, esa por placer, el placer de la amistad. He subido otro vídeo sobre los pastores de almas a mi canal.

Un matrimonio colombiano que conozco hace años me ha invitado a almorzar. Ha sido un momento agradable de feliz descanso.

He escuchado algunos fragmentos de Pedro Casaldáliga, de Ernesto Cardenal. Ya sabéis lo que pienso sobre ciertos temas, así que no haré ningún juicio. También he tratado de saber algo más sobre el cardenal Obando. No soy muy conocedor de su persona, así que nada tengo que decir.

viernes, agosto 19, 2022

Poniendo caras

 

Ayer, leí un rato La Regenta. Día tras día, cuando la leo, me pregunto cómo es posible tal perfección en un libro. Es una obra que llega a tales niveles de suprema belleza y profundidad literaria que me parecen casi imposibles. Cada día la obra me deja con la boca abierta. La estoy disfrutando mucho más ahora que la primera vez que la leí.

Y pensar que el autor murió con 49 años. Lo que me he enterado hoy es que, durante la guerra civil, el bando franquista fusiló a su hijo que era socialista. Su padre había fallecido de tuberculosis intestinal más de treinta años antes, así que no tuvo que ver tal tragedia. Lo que debe sentir un padre cuando pasan por las armas a su hijo debe ser imposible de expresar.

Me ha llamado la atención que el autor de una obra tan hermosa tuviera una vida tan corta y enferma en sus últimos años.

Por acabar con una nota humorística, diré que al protagonista, el malvado canónigo, desde que empecé a leer la novela, le pongo la cara de un cura de mi diócesis que encaja perfectamente en el físico del personaje y en ciertos aspectos de su maldad.


jueves, agosto 18, 2022

Releyendo a los profetas, entendiéndolos mejor en su contexto de fronteras y complejos intereses nacionales

 

Ayer y hoy estuve reflexionando, otra vez, acerca de los textos de los profetas sobre el destierro de Babilonia. Ahora, por fin, esos oráculos que me parecían tan oscuros están claros. Son textos en los que el contexto histórico resulta necesario porque son oráculos muy concretos, muy adecuados a cada circunstancia.

¿Por qué un oráculo en el capítulo 2 de Sofonías acerca los pueblos de alrededor? Ese pasaje siempre me extrañó. ¿Se iban a enterar esos pueblos de lo que dijera un profeta en Judá?

Ahora sé que, años después, se reunirían cinco reyes en Jerusalén para coaligarse contra Asiria. El profeta había dado un mensaje sobre los otros para el rey judío. Pero no lo creyó. Os comparto un pasaje de Sofonías para que veáis lo que implica tener en cuenta los detalles de la localización. No sé si os interesará mucho esto que os voy a compartir, pero para mí profundizar en este texto ha resultado muy interesante. Vamos al texto. Dice Sofonías:

Pues Gaza quedará en desamparo, y Ascalón en desolación, a Asdod se la expulsará en pleno mediodía, y Ecrón será arrancada de raíz. ¡Ay de los habitantes de la liga del mar, la nación de los kereteos!

Los kereteos eran filisteos. Ya se ve que habla de los pueblos del mar, con lo cual el oráculo incluye a los fenicios del norte. El rey de Tiro y Sidón fueron a Jerusalén para coaligarse contra Babilonia.

Asdod, como otras ciudades filisteas, en esta época supongo que eran independientes. En la Biblia no parece que sea un área esa de la costa que estuviera bajo el dominio del trono judío. Sofonías continúa:

Palabra de Yahveh contra vosotros: «Canaán, tierra de los filisteos, te destruiré, te dejaré sin habitantes

Bajo el nombre de Canaán pienso que se refiere al reino del norte. Donde además está la ciudad de Caná. Esa despoblación ya había ocurrido en la época de la toma de Jerusalén. Toda la parte del norte había quedado muy despoblada. Vinieron colonos del este que serían la base del pueblo samaritano.

Quedará la liga del mar convertida en pastizales, en pradera de pastores, en apriscos de ovejas.» Y será la liga del mar para el resto de la casa de Judá: allí llevarán a pacer, en las casas de Ascalón reposarán a la tarde, cuando los visite Yahveh su Dios, y los vuelva de su cautiverio.

Dios con este oráculo avisó al pueblo, a los príncipes y al rey que las ciudades comerciales del norte, poderosas por su comercio marítimo, quedarían reducidas a pastos para ovejas, como así fue por obra de Nabucodonosor.

He oído los insultos de Moab y los denuestos de los hijos de Ammón, cuando insultaron a mi pueblo, y se engrandecieron a costa de su territorio. Por eso, por mi vida, oráculo de Yahveh Sebaot, Dios de Israel, que Moab quedará como Sodoma, y los habitantes de Ammón como Gomorra: cardizal, mina de sal, desolación para siempre.

Estos dos pueblos estaban al este del reino del Judá. También sus reyes fueron a Jerusalén cuando se congregaron los cinco reyes.

El resto de mi pueblo los saqueará, lo que quede de mi nación los heredará. 1Este será el precio de su orgullo, por haber insultado, por haberse engrandecido a costa del pueblo de Yahveh Sebaot. Terrible será Yahveh contra ellos, cuando enerve a todos los dioses de la tierra, y se postren ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las naciones.

A continuación, el oráculo advierte que los enemigos vecinos a Babilonia también serán destruidos: Asur y Nínive. Esto es importante porque la guerra que sostuvieron pudo hacer pensar a los reyes de Judá que con esos conflictos lejanos ellos podían estar tranquilos. El profeta viene a decirles que para nada. Lo curioso es que el texto nos revela que también había comercio con el Cuerno de África.

También vosotros, etíopes: «Víctimas de mi espada serán ellos». El extenderá su mano contra el norte, destruirá a Asur, y dejará a Nínive en desolación, árida como el desierto. 

Después viene una poética, pero tristísima, descripción de la desolación de esa gran ciudad que fue Nínive, ruinas y más ruinas.

Se tumbarán en medio de ella los rebaños, toda suerte de animales: hasta el pelícano, hasta el erizo, pasarán la noche entre sus capiteles. El búho cantará en la ventana, y el cuervo en el umbral, porque el cedro fue arrancado. Tal será la ciudad alegre que reposaba en seguridad, la que decía en su corazón: «¡Yo, y nadie más!» ¡Cómo ha quedado en desolación, en guarida de animales! Todo el que pasa junto a ella silba y menea su mano."

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Comentarios destacados:

TOLEDANO: Decía Benedicto XVI, que un Dios que no interviene en la historia no es Dios.

YO: Magnífico comentario. Nos edifica a todos.

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LECK: ¡Qué bellos oráculos!
¡Qué rica,interesante y prolija es la Biblia!
Todo el misterio de Dios y la humanidad se encuentra en ella,es un cofre lleno de tesoros.

YO: Sí, es una parte de la Biblia en la que un padre habla de lo concreto geopolítico.