Qué tremendo ha sido para
mí, en las noticias de la BBC (que son las que escucho habitualmente) a una
doctora de Texas que relataba lo que le había dicho la enfermera de su hospital.
Que un hombre (no identificado) de 30 años de edad había asistido a una Covid
Party, una fiesta convocada a propósito para que un participante tenga el
virus y lo transmita a los demás. Son muchos los que piensan que todo esto de
la COVID es una exageración, una conjura de no se sabe bien quién. Pues uno de
los jóvenes que asistieron quedó infectado. La última cosa que ese hombre de 30
años le dijo a la enfermera antes de morir fueron estas palabras: I think I
made a mistake. I thought this was a hoax, but it’s not.
Sí, es cierto que un
confinamiento estricto, como el que tuvimos en España durante el estado de
emergencia, no se puede mantener en el tiempo más allá de cierta medida. Pero
el virus detrás de las noticias que todos habéis escuchado os doy fe que tiene las consecuencias que os han dicho.
Cada vez se oyen más voces clamando que todo es una distorsión, que todo es una
exageración interesada.
Pues no. Es verdad que
ciertas medidas de contención social no son mantenibles en el tiempo. Pero os aseguro que los medios os están diciendo la
verdad. Los problemas médicos graves en personas completamente sanas, de
mediana edad, suceden. No es solo la gente que muere, son los problemas
pulmonares y cardiacos con que han quedado no pocas personas sin ninguna
patología previa.
Y lo que sería terrible
sería que la inmunidad (en los casos con más anticuerpos) se perdiera al cabo
de medio año. Si, al final, no apareciera una vacuna y la población pudiera
infectarse y reinfectarse, año tras año, sería una catástrofe planetaria que
bastaría para cambiar la historia. Pero parece ser que las pruebas para la
vacuna avanzan a buen ritmo. Ojalá que todo esto se solucione satisfactoriamente.
Pero quiero recordar algo evidente, por más que todo avance, la consecución de
una vacuna puede detenerse en el último obstáculo. El último puede ser
infranqueable. ¿Que conclusión saco? Pues que estamos en las manos de Dios, que
hay que investigar, pero también rezar.
Post Data: No estoy en condiciones ni de asegurar ni de desmentir que pasar la COVID deje la piel más tersa, más suave y con menos manchas. Pero sí que me parece que tengo más pelo después de la enfermedad.