Primero: La
foto de ayer era de una estatua. Son figuras tan perfectas que alguno ha podido
pensar con razón que era una foto de una pareja real. Por eso he puesto la foto
de hoy.
Segundo: Alfonso
(al que yo tanto estimo) ayer escribía esto:
Es
curiosa también la falta de empatía que los epulones occidentales tienen hacia
los 700 millones de lázaros de la China interior, a quienes afecta mucho más el
rápido desarrollo de la China costera.
Al que no le importa nada
la existencia de esos 700 millones es a su propio gobierno. Si los colosales,
gigantescos, godzillianos, superavits que ha tenido China se hubieran empleado
en mejorar la vida de sus ciudadanos, sus existencias hubieran cambiado. Pero Xinpin
decidió que la existencia feliz de millones de siervos sería sacrificada para
que su Estado-ídolo reinara con una supremacía que solo puede calificarse de
religiosa. Ya es hora de llamar a las cosas por su nombre.
Alfonso añadía:
Siendo
nosotros aún mucho más ricos per capita que los chinos costeros nos quejamos
con pataleta de perder privilegios y comodidades (en vez de trabajar más duro y
vivir menos subsidiados) pero ni vemos a esos pobres lázaros que sí que no
pueden competir.
No, no es una cuestión de
perder privilegios. Nadie puede competir con China. Nadie puede competir con una
mano de obra esclava. No es una cuestión de innovar o reinventarse. Ahora hay un movimiento de opinión para implantar la jornada laboral de 12 horas 6 días a la semana. Único objetivo: que los ricos sean más ricos.
¿Trabajar más duro? Las condiciones de trabajo de millones de chinos son de verdadera esclavitud. Con todas las sílabas, es-cla-vi-tud. Se llama de otra manera, pero es eso. ¿Así que hay que trabajar más duro? ¿Innovar? ¿Esto se soluciona siendo competitivos?
¿Trabajar más duro? Las condiciones de trabajo de millones de chinos son de verdadera esclavitud. Con todas las sílabas, es-cla-vi-tud. Se llama de otra manera, pero es eso. ¿Así que hay que trabajar más duro? ¿Innovar? ¿Esto se soluciona siendo competitivos?
Tercero:
Para mí, China ocupará el mismo lugar teológico (respecto a la antigua Cristiandad)
que Babilonia respecto al antiguo Israel. Por supuesto que los chinos no son
culpables, son las primeras víctimas de un neofascismo tecnológico.