Este post es
una añadidura al post de abajo. Yo dedico mucho tiempo a los libros. Y una
forma habitual que tengo de “leer” son los audiolibros.
Un audiolibro, de ninguna manera, lo considero una
forma menor de “lectura”, permítaseme la
expresión.
Para mí la
lectura añade matices al texto neutro. Me apasiona
mucho más la versión oral que hay del magistral libro Pedro Páramo de
Juan Rulfo que la obra meramente escrita:
https://www.youtube.com/watch?v=qpmRmJflhLM
Esta lectura
es formidable. Todo el rato añade tonos. La versión oral enrique el texto.
Dígase lo mismo
de los textos de Rayuela de Cortázar. Los textos leídos por él nos dan
el sentimiento exacto de las palabras escritas.
También me
han dicho varios lectores, a lo largo de los años, que tras escucharme en
alguna conferencia, leyeron tal o cual libro de mi autoría imaginándolo con mi voz, con mi
velocidad de lectura, con los dejes de mi dicción. Leída así una obra adquiere
un sabor propio.
Así que el
audiolibro de ningún modo me parece un modo menor para adentrarse en un libro. Yo lo uso como método de "lectura" todos los días desde hace muchos años. Varias larguísimas novelas las he escuchado de esta manera desde principio a fin.