Prólogo
Ayer varios supernumerarios del Opus Dei, de distintos países, se pusieron en contacto conmigo para preguntarme por la noticia del nombramiento del rector del santuario de Torreciudad.
Bien, voy a dar mi
opinión sobre el tema. Me vais a permitir que vaya un poco rápido en mi
exposición, porque es cierto que, si empiezo a añadir detalles y matices, esto
se convertiría en un artículo largo. Pero, aunque sintetice, os aseguro que la
la esencia del razonamiento aparece en lo que voy a escribir.
♣ ♣ ♣
Un detalle
al lado del camino
Conozco muy bien el santuario de Torreciudad (no soy del Opus Dei) y la diócesis de Barbastro (he vivido allí hasta mis 18 años).
Pero me puse en contacto
con ambas partes antes de escribir este post. En la diócesis de Barbastro, la
encargada de medios de comunicación se puso al teléfono al momento y me atendió
amabilísima, respondiendo a mis preguntas y dándome la información que le pedí.
Los encargados de prensa del Opus Dei, tenían un contestador automático. Dejé
mis datos y todavía estoy esperando la llamada. Esto siempre, en cualquier
institución, es siempre una acción descortés.
♣ ♣ ♣
La cuestión
canónica
No soy de la Sociedad
Sacerdotal de la Santa Cruz ni cooperador, y he defendido las razones
eclesiológicas a favor de que el prelado del Opus Dei no sea obispo. Menciono esto
porque se puede esperar de mí una cierta neutralidad. Y más en alguien que como
yo soy un amante del Derecho: las leyes deben ser guardadas porque son
expresión de la razón.
Dado que la ordenación
canónica admite la exención de jurisdicción episcopal respecto a las casas de
los religiosos de aprobación pontificia, la misma exención se aplica a las
casas propiedad de la prelatura. Ya sé, ya sé, que el código reserva para el
ordinario del lugar un puñado de acciones que implican una cierta capacidad de
intervención. Pero, en la práctica, los religiosos están exentos de su
autoridad, salvo en lo referente a la “vigilancia” y a una cierta autoridad
espiritual.
Por todo lo cual, los
terrenos y la construcción que pertenecen al patronato de Torreciudad caen
enteramente bajo la jurisdicción del prelado del Opus Dei, salvo por ese puñado
de cánones en el que el obispo del lugar mantiene una capacidad de
intervención. Capacidad perfectísimamente acotada y que no está sujeta a ambigüedades.
Algo lógico, porque los conflictos entre regulares y seculares tienen una
historia de siglos. El actual código dirime prácticamente todo a favor de la
exención, salvo para las congregaciones de aprobación diocesana. Lo mismo se
aplica para esta prelatura.
♣ ♣ ♣
¿Y la cuestión
eclesiológica?
Vayamos ahora al fondo
del asunto: ¿es razonable que el obispo del lugar tenga una isla exenta en el
territorio de su jurisdicción? La realidad es que, desde el momento en que se
quiere crear un grupo con una espiritualidad concreta, un grupo que sigue un
carisma concreto, parece razonable que el grupo esté exento de ese gobierno
pleno episcopal que sí que se aplica al clero secular.
Si no se obrara así, la experiencia
de siglos ha demostrado que, diga lo que diga el padre fundador, al final el
grupo tiene que someterse al “carisma” que quiera el obispo.
En teoría se podría pensar
que el obispo sería respetuoso del carisma del fundador. Pero en la práctica,
siglos de historia, han demostrado que la voluntad del obispo tiende a
imponerse.
De manera que los
fundadores han buscado un obispo que estuviese de acuerdo con el carisma,
cambiando de diócesis si eso ha sido necesario. Y, tras pasar la fase de la
aprobación diocesana, se ha buscado la aprobación pontificia. La cual es
sinónimo de independencia.
Ciertamente que la
jurisdicción que podía tener un obispo en el siglo V sobre los religiosos
afincados en su diócesis era muy distinta de la que tenía un obispo del siglo
XVIII sobre sus monasterios de dominicos o de franciscanos. Pero reconozco que
la aprobación pontificia ha sido el escudo que ha protegido esas casas de los
distintos modos de ver la vida religiosa que cada obispo ha tenido. Lo mismo se
aplica a la prelatura.
De manera que esa “isla
de la prelatura” en la diócesis de Barbastro se enmarca en un ordenamiento
jurídico que reconoce la legitimidad de la existencia de esas islas. Y yo no
defendí la episcopalidad del prelado del Opus Dei, sí que defiendo que esa
exención es el único modo que existe para preservar un carisma.
He conocido a no pocos obispos que no han respetado ni siquiera los derechos salvaguardados en el Derecho Canónico para sus sacerdotes seculares. La tentación de imponer la propia visión de las cosas siempre ha existido en el interior de los pastores, sean obispos o párrocos. De ahí que el derecho de la Iglesia, tras generaciones de disputas, ha alcanzado la formulación que hoy día existe en los cánones. Un obispo no puede imponer un superior ni en un convento de monjas ni en una casa de dominicos.
♣ ♣ ♣
Conclusión
Este caso es tan claro
que considero que el obispo de Barbastro ha estado mal asesorado a nivel canónico.
No sé quién es el culpable del desaguisado, pero alguien le ha informado de un
modo erróneo.
Ni a nivel jurídico ni
yendo al fondo del asunto, tiene posibilidad alguna de salir adelante su deseo
de intervenir. Esa propiedad privada regida por la prelatura seguirá estando
bajo la jurisdicción del Opus Dei.
Irregularidad no hay
ninguna. Todo se ha llevado a cabo canónica y eclesiológicamente de un modo
correcto. Pero habiendo llegado a esta situación ya no hay remedio: incluso si
se decide no apelar a Roma, habrá un vencedor y un vencido.
Y como siempre aconsejo a
los que me piden mi opinión sobre causas civiles o eclesiásticas: Nunca te metas en una guerra que no vayas a ganar.
Post Data:
Este post ha sido escrito a pesar de la oficina de prensa del Opus Dei y sin tener en cuenta las varias puñaladas traperas que me han dado varios miembros de la
Obra a lo largo de mi vida. Afortunadamente, siempre he distinguido entre la
institución y las personas.
"Este caso es tan claro que considero que el obispo de Barbastro ha estado mal asesorado a nivel canónico. No sé quién es el culpable del desaguisado, pero alguien le ha informado de un modo erróneo."
ResponderEliminarPensé justamente eso ayer. Muy mal asesorado. No entiendo porqué ha tenido que llegar a estas instancias. En fin.Ojalá se solucione de la mejor forma. Yo siempre he dicho que estas cuestiones o situaciones debería haber mas mujeres trabajando en las Diocesis. Sobretodo como asesoras en Derecho Canónico. La mujer tiende a ser mas conciliadora por naturaleza y más firme. A veces los hombres por querer agradar o por decir lo que el jefe quiere escuchar en estos casos ( tal vez no sea este caso) pues hace que se cometan errores.
Distinguir entre institución y personas, me da pie en recordar al prefecto Dicasterio para la Doctrina de la Fe
ResponderEliminarLa película Sound of Freedom sale en México el 31 agosto en Cinépolis
EliminarESO SON USTEDES, Y ESTO SOY YO:
ResponderEliminarCuando nosotros aceptamos a DIOS en nuestras vidas, estamos llamados a seguir tres caminos.
El primer camino es LA SANTIDAD.
El segundo camino es LA MISERICORDIA DIVINA.
El tercer camino es SU NOMBRE ES SANTO.
En la primera etapa de nuestras vidas, podemos contraer matrimonio desde nuestra juventud. Si ese matrimonio se conserva en fidelidad hasta la vejez, entra a pertenecer al primer grupo que es LA SANTIDAD.
El ejemplo más claro de un matrimonio santo es el de la Virgen María con San José.
Si uno de los dos cónyuges en la juventud, comete faltas contra el segundo mandamiento de la Ley de DIOS, ese cónyuge traicionado tiene que dirigirse a DIOS pidiendo Misericordia Divina y en este caso, DIOS nos presenta LA NULIDAD DEL MATRIMONIO CATOLICO de la que hablo Moisés, y que fue confirmada por JESUS.
Porque al casarnos, estamos jurando por EL NOMBRE DE DIOS de que vamos a ser fieles, y por eso, una infidelidad causa la violación al segundo mandamiento de la Ley de DIOS.
LA NULIDAD DEL MATRIMONIO CATOLICO, debe hacerse cumpliendo Los Mandamientos de la Ley de DIOS.
Esa persona que fue engañada por el otro cónyuge, y que anulo el matrimonio por lo católico, puede volver a casarse si esa es su vocación.
Pero también, las personas pueden haber incurrido en violación a los mandamientos por desconocimiento de lo que tenemos que hacer desde nuestra juventud. Entonces, la otra persona puede ser llamada por DIOS al matrimonio, en la segunda etapa de la vida que va desde los 27 años aproximadamente hasta los 40 años de edad.
En la segunda etapa de la vida, una persona puede ser llamada junto al cónyuge a la santidad. Pero también, cualquiera de ellos, puede ser llamado a LA NULIDAD DEL MATRIMONIO CATOLICO.
Estoy hablando de la Misericordia Divina.
La Nulidad del matrimonio, siempre tiene que ser cumpliendo Los Mandamientos de la Ley de DIOS, para poder entender la voluntad de DIOS en nuestras vidas.
Estamos terminando la segunda etapa de nuestras vidas que va hasta los 40 años de edad, en lo que al matrimonio se refiere.
Después de los 40 años de edad, podemos ser llamados a LA SANTIDAD DEL MATRIMONIO. Siempre, después de esta edad, el matrimonio tiene que ser santo.
Procuren siempre preferir SU NOMBRE ES SANTO antes que escoger La Misericordia Divina. Porque en la Misericordia Divina DIOS a través de santa Faustina nos presentó EL CIELO, EL PURGATORIO Y EL INFIERNO.
Encontramos en este segundo camino que es la Misericordia Divina a personas como San Juan Bosco, Santa Faustina, San Juan Pablo II, etc.
Cada uno ore para ver a que estado ha sido llamado. Estoy hablando de LA SANTIDAD, DE LA MISERICORDIA DIVINA Y DE SU NOMBRE ES SANTO.
Los dos caminos.
Entrad por la entrada estrecha, porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. En cambio, ¡que estrecha la entrada y que angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos son los que lo encuentran. PALABRA DEL SEÑOR. GLORIA A TI SEÑOR JESUS.
CLAUDIA PATRICIA GRAJALES OSORIO
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ResponderEliminarSe cree que se rompió la cadena de frío en el transporte. Ante las altísimas temperaturas que estamos teniendo en España.
ResponderEliminarPara enmarcar el post,previamente la noticia, y así se entenderá mejor
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/sociedad/torreciudad-conflicto-puede-llevar-opus-dei-obispado-20230719111103-nt.html
Entre líos de curas, sabio es retirarse,
ResponderEliminarevitar la contaminación, no dejarse arrastrar.
Preservar la pureza del corazón y el alma,
y alejarse de discordias que puedan lastimar.
Tuve que buscar porque ya no me acordaba. El botulismo es una enfermedad rara pero potencialmente grave causada por la toxina botulínica, una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Esta toxina es una de las sustancias más poderosas conocidas y puede afectar el sistema nervioso, provocando parálisis y, en casos severos, puede ser mortal.
ResponderEliminarLa toxina botulínica se usa en estética y se denomina bótox.
ResponderEliminarOración de la noche
ResponderEliminarAntes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.
Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches! Padre Dios
Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, solo un Dios.
Amén.
Cierta vez, un conductor se desplazaba por una carretera a una velocidad excesivamente alta, cuando de repente, justo después de una curva, aparece un hombre parado en medio de la vía haciendo la señal de parar con los brazos y de una forma desesperante.
ResponderEliminarEl conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino, pero fue inútil. El hombre seguía haciendo señal de parar con sus brazos.
-Debe de estar loco -dijo el conductor mientras pisaba el freno, provocando un fuerte chirrido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el coche antes de arrollar a aquel hombre. Muy enojado, se baja del coche y cerrando violentamente la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice:
- ¿Acaso no tienes ojos? ¿No ves lo peligrosa que es esta carretera y te colocas en medio de ella como si nada? ¿O acaso estás loco para no ver el peligro que corres?
-No, señor, no estoy loco -le contestó el individuo-. Lo que pasa es que el puente que está en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacía algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.
No sabia de ese problema
ResponderEliminarhttps://www.aciprensa.com/noticias/obispo-espanol-nombra-a-un-rector-del-santuario-de-torreciudad-ajeno-al-opus-dei-27140
Coincido con el Padre, lo más lógico seria que sea el Prelado del Opus Dei el que decidiera. Y si así están los estatutos del santuario seguramente termine decidiendo el Prelado. Porque deben haber sido aprobados por la Iglesia.
Salud!
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ResponderEliminarEstoy de cuerdo con usted, su argumentación jurídica es impecable, aunque me parece que su defensa de la prelatura no será del agrado de ésta ya que usted la compara con los religiosos, con lo poco que les gusta. El sr. Obispo de Barbastro esta pez en derecho canónico y la prelatura tiene buenísimos canonistas, pero de primeras no han estado muy hábiles al decir que Torreciudad no es un Santuario sino un oratorio, cuando vas allí no dejas de oír referirse al lugar por la propia organización como santuario. Causa mucha pena y muy mala imagen la torpeza de algunos prelados, me refiero al obispo, pero qué se puede esperar cuando el mismísimo Santo Padre, pretende juzgar a un miembro del Opus Dei, con leyes penales no vigentes al tiempo de cometerse los hechos investigados, lo cual es un disparate jurídico contra el principio que consagra la irretroactividad de la norma penal, me refiero al caso Gaztelueta. Si así actúa el Papa, qué se puede esperar de un obispo.
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ResponderEliminarNo me creo que la maniobra sea fruto de un obispo mal asesorado, o de un obispo ignorante del derecho canónico. Antes bien, todo hace indicar que Omella está al tanto, y también algunos elementos muy subidos en el escalafón de la curia romana. El obispo de Barbastro no se hubiera tirado a la piscina contra el O D de no creer que tiene las de ganar, aunque sea una maniobra contraria a derecho. Antes bien, se persigue el arbitrio final del Papa... Y vistas las cosas que se están viendo de unos años a esta parte, qué quieren que les diga. Si acaso, que el OD, a pesar de todos sus errores, sigue siendo un baluarte de la sana doctrina. Y eso molesta a quienes pretender tener por luz al mundo.
ResponderEliminarLo primero que hay que decir es que Alberto Núñez Feijóo hizo muy bien en no acudir al debate de ayer noche porque él hubiera sido objeto de mucha mayor insistencia por parte de las izquierdas de haber estado presente. Fue un acierto.
ResponderEliminarLos laicos poco o casi nada entendemos de temas jurídicos eclesiásticos
ResponderEliminarPor lo que se lee en la prensa,el problema debe de estar en que Torreciudad se ha convertido en Santuario a efectos prácticos y tal como dice la normativa jurídica, en ese caso pasaría la gestión y jurisdicción al obispo de turno, en este caso concreto a Pérez Pueyo.
Además allí, antiguamente ya existía una ermita en origen con una talla de la Virgen María de gran valor, que ahora la custodian los del Opus y que preside algún altar de Torreciudad
El obispo quiere que retorne a su lugar de origen.
No sé, cuesta creer que el obispo esté tan mal asesorado como dice
Se supone que la diócesis debe de tener buenos abogados que controlen el derecho canónico, porque esa diócesis ya tuvo durante unos cuantos años su litigio sobre los bienes de la franja y al final ganó.
En este caso, puede existir diferentes formas de enfoque, el Opus es prelatura y no una orden religiosa como tal,además la construcción de Torreciudad y la custodia de la talla de la Virgen, ha tenido que pasar por negociaciones con los obispos anteriores que desconocemos la letra pequeña. Puede que el obispo quiera retomar este tema para que la diócesis tenga más control sobre el Santuario.
Si el Opus cree que vulneran sus derechos puede recurrir, no creo que carezca de buenos asesores jurídicos
Es fácil que este asunto se dilate en el tiempo, como ocurrió con los bienes de la Franja.
Durante muchos años, en España, el Opus ha gozado de prebendas eclesiásticas,es probable que esa época dulce esté llegando a su fin.
Iremos viendo que recorrido tiene este conflicto
No creo que el obispo de Barbastro sea tan tonto como para tomar una decisión de ese calibre sin estar muy bien asesorado. Al parecer la cosa viene de lejos, cuando el Opus era intocable, y ahora ya no lo es.
ResponderEliminar¿Qué hay detrás de la guerra entre el Opus Dei y el Obispado de Barbastro-Monzón en Torreciudad? Cuestiones de legitimidad, control, aspectos económicos y compraventa de terrenos y, sobre todo, la sensación, para unos, de estar siendo "engañados" y, para otros, la necesidad de "conservar la esencia" del santuario soñado por el fundador de la Obra, Escrivá de Balaguer, íntimamente ligada a la infancia del santo oscense.
Desde hacía meses, tanto la Prelatura como el Obispado habían iniciado conversaciones para modificar los estatutos del santuario (que no, como afirma falsamente la Obra en su comunicado, el 'Oratorio'). Con acuerdos y desacuerdos, como suele darse en estos casos. Pero, hace meses, la diócesis descubrió, con pesar, cómo se estaban llevando a cabo algunas maniobras extrañas. "El obispo se sintió engañado, y no le gustó nada", sostiene una fuente que ha estado implicada, directamente, en la polémica.
ResponderEliminar¿Por qué? Por los aspectos económicos del santuario (la aportación de Torreciudad a la diócesis es, actualmente, simbólica -nimia, en realidad-, mientras sus ingresos oficiales superan, ampliamente, el millón de euros), a lo que se sumaron ciertas informaciones que aseguraban que la fundación que gestionaba el recinto había adquirido terrenos colindantes, con la intención de construir un macrocomplejo que pondría al santuario al nivel de Lourdes o Fátima. Algo que desconocía la diócesis.
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ResponderEliminarCon la ley (canónica) en la mano, y por mucho que la nota de la Obra asegure que Pérez Pueyo carece de legitimidad para tomar decisiones que competan al gobierno del santuario, lo cierto es que la razón asistiría al obispo. Así lo asegura también la nota de Barbastro-Monzón, echando mano del canon 557, que afirma que "el Obispo diocesano nombra libremente al rector de una iglesia, sin perjuicio del derecho de elección o de presentación, cuando este competa legítimamente a alguien; en este caso, corresponde al Obispo diocesano confirmar o instituir al rector". En el párrafo siguiente, añade que "aunque la iglesia pertenezca a un instituto religioso clerical de derecho pontificio, corresponde al Obispo diocesano conferir la institución al rector presentado por el Superior".
ResponderEliminarMás adelante, el canon 562 viene a sustentar el mando del obispo frente al rector, señalando que "bajo la autoridad del Ordinario del lugar y respetando los estatutos legítimos y los derechos adquiridos, el rector de la iglesia tiene el deber de cuidar de que las funciones sagradas se celebren en la misma dignamente, de acuerdo con las normas litúrgicas y las prescripciones de los cánones, de que se cumplan fielmente las cargas, se administren con diligencia los bienes, se provea a la conservación y decoro de los objetos y edificios sagrados, y no se haga nada que de cualquier modo desdiga de la santidad del lugar y del respeto debido a la casa de Dios". Y, especialmente, el canon siguiente, el 563, que establece que "con causa justa y según su prudente arbitrio, el Ordinario del lugar puede remover de su oficio al rector de una iglesia, aunque hubiera sido elegido o presentado por otros, permaneciendo firme lo que prescribe el c. 682 § 2".
En todo caso, más allá de la trifulca entre canonistas, lo cierto es que la polémica en torno a Torreciudad hunde sus raíces en una difícil relación entre el obispo de Barbastro y el Opus Dei, que siempre se ha considerado propietario no solo de los edificios sino de toda la actividad pastoral, turística y económica del recinto, demostrando su fiabilidad económica (sólo el año pasado, como apunta su Memoria de 2022, ingresó 1.230.957 euros).
ResponderEliminarY con esos tiempos también supo jugar la Obra, que sin negarse formalmente (como ahora sí hace en su nota, cuestionando la legitimidad del obispo para nombra rector) a presentar una terna de candidatos para dirigir Torreciudad (y hacerlo mancomunadamente con un equipo, en el que también formarían parte clero diocesano), dejó pasar las semanas sin contestar a los continuos requerimientos que, asegura la diócesis, se le hizo. Llegado un momento, y tras fracasar la mediación de varios expertos enviados desde la CEE y el Vaticano, el obispo tuvo que actuar. Y el Opus, que desde la publicación del Motu Proprio papal está más nervioso que nunca (el 'caso Gaztelueta', y otras acciones menores, destinadas a provocar el miedo entre medios y personalidades críticas, es buena prueba de ello), hizo algo que no acostumbra: contestar en público a un obispo. Romper la cadena jerárquica. ¿Mala idea o una muestra de fuerza?
Lo que parece claro es que, por más que ahora el Opus intente recuperar esa definición, Torreciudad no es, ni puede ser, un 'Oratorio'. ¿Por qué? Porque según el canon 1223 un oratorio es "un lugar destinado al culto divino con licencia del Ordinario, en beneficio de una comunidad o grupo de fieles que acuden allí, al cual también pueden tener acceso otros fieles, con el consentimiento del Superior competente". Nadie, ni siquiera el Opus hasta la nota de ayer, puede negar que Torreciudad sea un santuario.
ResponderEliminarOtra de las cuestiones sin resolver está en la propiedad del recinto, que, según la nota del Opus Dei, pertenece a la Fundación canónica Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, una institución de la que no hay registros actualizados y que, según algunas fuentes, está extinta. Y de la antigua ermita, además de la de la imagen, que fueron cedidas en 1962 por el obispo a la Obra, en un contrato a perpetuidad que, en opinión de la diócesis, no se está cumpliendo en todos sus extremos. ¿Quién tiene, entonces, la potestad para decidir sobre el santuario?
Juan Julio, el prelado del Opus Dei puede por su propia autoridad erigir un oratorio, una iglesia o un santuario. No necesita permiso de nadie una vez que obtuve la aprobación pontificia. La licencia del ordinario es la del prelado. Y lo mismo puede hacer (con ciertos matices canónicos que no voy a exponer) el Arzobispo castrense, y lo mismo puede hacer el superior de los franciscanos.
ResponderEliminarJuan Julio, has leído ese canon que has citado, pero olvidaste leer los cánones respeto a la jurisdicción de un ordinario.
ResponderEliminarGracias, Padre Fortea, por los datos. Seguiré informándome.
EliminarEste comentario lo borré para corregir algún dato. Ahora vuelvo a publicarlo.
EliminarFuentes consultadas afirman que Pérez Pueyo quiso alcanzar un acuerdo satisfactorio para la Obra, consciente de la importancia del Opus Dei en Huesca, lo simbólico del lugar para los miembros de la Prelatura y la necesidad de proveer pastoralmente no solo al santuario, sino a toda una diócesis marcada por la escasez de clero y las dificultades para llegar a todas las poblaciones. Y Torreciudad ofrecía dinero y curas. Dinero: un canon ínfimo anual a perpetuidad, que vistas las cifras de negocio del recinto, la diócesis quería aumentar: de hecho, se solicitó un canon fijo por peregrino, 190.000 el pasado año. Las fuentes lo sitúan entre 5 y 25 euros, lo que daría una cifra entre el medio millón y los cinco millones de euros al año.
Con todo, las negociaciones acabaron enconándose, y el Opus Dei aplicó la fórmula que tan buenos réditos le ha dado en el pasado: dilatar las decisiones (formalmente, sin negarse a nada, pero dejando pasar el tiempo), confiando en que, por aburrimiento, desidia o falta de fuerzas, Pueyo cesara en sus intentos de 'controlar' mínimamente el santuario. Pero el obispo operario diocesano continuó firme en sus posiciones, con el aval directo de Roma, y sabiendo que cualquier paso en falso podría suponer un freno definitivo al proceso. Ni siquiera durante el encuentro forzado en Madrid entre Pueyo y Ocáriz pudo desbloquearse la situación.
Creo que las decisiones y requerimientos del obispo Pérez Pueyo están avaladas y supeditadas por la Conferencia Episcopal Española, y probablemente bajo la supervisión del Papa Francisco.
ResponderEliminarYo creo que el problema es mucho más serio que una simple trifulca entre un obispo mal asesorado y el Opus. No creo que Pérez Pueyo sea un obispo mal asesorado.
EliminarFactor de conversión a €.
ResponderEliminarCuando se tratan temas abstractos (objetivos sociales, espirituales, etc.) se llegan a situaciones demasiado volátiles, siendo entonces necesario concretar en algo material, como el dinero, de cuántos euros estamos hablando? Así de triste es aterrizar de lo general a lo concreto, y en lo concreto surgen los problemas y las decisiones más generosas y también las más mezquinas, unos entregan la vida por Jesús, otros prefieren las monedas. Pero la mayoría de las veces no está todo tan claro, blanco o negro, casi siempre es todo gris.
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ResponderEliminarDigo que si sería mucho pedir que dejaran en paz al Opus Dei o no, ¿sería mucho pedir?
EliminarLo que propones es que:
1º No podamos informar sobre todo lo concerniente a la Obra.
2º Tengamos que estar de acuerdo con todo lo que hagan los opusdeístas.
3º Tengamos que respetar todas los privilegios que ha obtenido el Opus sin cuestionarlos.
Pues sí, Mirada, es mucho pedir que quieras convertirnos en cristianos ciegos, sordos y mudos.
Tú puedes criticar (perdiendo a veces la compostura) a todos y a todas, pero nosotros no. El que seas adoradora no te confiere esos privilegios que tú, gratuitamente, te arrogas.
Mirada ve en los otros una paja diminuta,
Eliminarmas oculta en su mirar la tremenda cagarruta.
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ResponderEliminarOjalá se llegue a un acuerdo pronto entre ambas partes, pero como dice Enric, al final todo es cuestión de dinero. Se ve que el Santuario es más que rentable, aunque sea duro hablar en términos tan profanos, pero cuando se acumula tanto poder y tanto dinero, la diócesis se pone en alerta, considerando que se necesita un mayor control.
EliminarNo sé si el camino es equivocado o no,los juristas lo dilucirán,pero como dijo el Papa Francisco, el demonio entra por el dinero.
Con todos mis respetos hacia la Obra, los feligreses de base,nos inclinamos más hacia la postura de la Iglesia diocesana, a riesgo de equivocarnos, porque consideramos que defienden pastoralmente a todo el colectivo de feligreses y no sólo a los que pertenecen a un grupo determinado ya de por sí, históricamente privilegiado
PFortea, somos ignorantes en derecho canónico, así que es muy fácil que nos equivoquemos al opinar, pero hablamos como católicos de base
EliminarEl Opus Dei fue una institución privilegiada durante mucho tiempo. 1º por el Estado, durante la dictadura, y 2º por Juan Pablo II. No creo que ni el Estado ni la Iglesia deban privilegiar ni marginar a ninguna institución católica. La gente es cada vez más crítica y está mejor informada y hay cosas que ya no tolera. Los signos de los tiempos han cambiado, no son estáticos. Eso es un hecho, no una teoría.
EliminarSi hubiera estado D. Javier Cremades, no se habría atrevido el obispo a intentar semejante guarrada. Qué difícil encontrar pastores buenos.
ResponderEliminarNo fue ninguna guarrada.
EliminarSí que lo ha sido. Y 500.000 euros quiere el tío..
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