jueves, enero 03, 2019

San Gregorio Nacianceno


Este mosaico de Tarragona muestra a un obispo del siglo IV o algo más tardío. Observad que, tal como digo en mi obra La catedral de san Agustín, no lleva ninguna vestidura eclesiástica. Lleva una toga blanca.

He puesto este mosaico para poner imagen a la vida de san Gregorio Nacianceno. Y es que ayer me sorprendió mucho las vida de este obispo oriental.

Su padre (un padre del siglo IV) se convierte al cristianismo y años después llega a obispo. Gregorio joven que duda si hacerse sacerdote o monje, y el padre le dice, al final, que o se queda y se hace sacerdote o se va a un monasterio, pero que en casa no se puede quedar dudando y dudando entre lo uno y lo otro.

Cómo, finalmente, san Basilio le convence para ser ordenado obispo de Sasima, una sede episcopal recién creada por Basilio. Pero Gregorio se quejará de que esa ciudad no era más que «un agujero espantoso; una mísera parada de postas de la carretera principal... sin agua, vegetación, o la compañía de caballeros... ¡esto era mi iglesia de Sasima!». Y no llegó a tomar posesión de la sede, alegando que prefería retirarse a vivir una vida monacal.

Pero acabó ayudando a su padre obispo. Tras su muerte, se retiró a un monasterio. Combatió el arrianismo. Fue llamado a Constantinopla para combatir esa herejía con sus predicaciones. Fue nombrado obispo. Lideró un concilio ecuménico. 

Pero una facción de obispos no le aceptaba, alegando que canónicamente no podía haber dejado la diócesis de Sásima, y que su nombramiento como obispo de Constantinopla era ilícito. Así que Gregorio renunció y se retiró a Nacianzo. Allí sería escogido como obispo de la ciudad por el clero. Sus últimos cinco años de vida, ya débil, los pasó en una finca de su familia, habiendo colocado a otro obispo en su sede antes de retirarse.

Una vida apasionante, no me digáis que no es digna de una película. Si yo tuviera tiempo, me encantaría hacer una novela breve con estos mimbres. Una novela lo más pegada a la realidad histórica. Pero tengo que dosificar mi tiempo y dedicarme a los proyectos ya empezados.