domingo, julio 12, 2020

Como se nota que ya he pasado de los cincuenta



En el evento de mi propia muerte, es mi deseo que todas mis obras publicadas digitalmente sigan a disposición de todos de un modo gratuito. (Buenas o malas son muchas. Incluso un náufrago en una isla desierta necesitará no poco tiempo para leerlo todo.)

Todo lo relativo a las obras publicadas (tanto en papel como digitalmente) hasta ahora o que se publiquen en el futuro que lo decidan mis amigos B y C. Ellos ya saben quiénes son, mi madre también lo sabe. (Si alguien espera muchos beneficios por derechos de autor, lamento decir que con todos esos derechos no tendrán ni para pagar medio ataúd.)

Las obras inéditas quedarán a su arbitrio en cuanto a cómo irlas publicando digitalmente. Mi deseo es que todo sea publicado digitalmente, incluso las obras pendientes de revisión, las apenas comenzadas o incluso los apuntes. Marcando de forma clara en la primera página que se trata de obras inacabadas, esbozos o notas sueltas. Todo este cúmulo de escritos podrá ser de algún interés para los que se adentren en mi bibliografía en el futuro. (Publicar los apuntes no lo hago por soberbia, sino porque resulta apasionante sumergirse en los apuntes y notas personales de cualquier escritor.)

Estos dos amigos también quedarán al cargo de la administración de los archivos de sonido y de vídeo que son varios miles. (Para escuchar todos los sermones se necesitarán dos condenas a cadena perpetua.) Las fotos mías, en papel o digitales, son muy escasas. Que decidan ellos dos con libertad. (Es curioso que alguien como yo, con tanto amor por la fotografía, tenga una carpeta con un puñado de fotos mías.)

Post Data: Desde mi tumba, trataré de perseguir con perseverancia y refinamiento a todos los que me han hecho sufrir.