martes, septiembre 12, 2023

Un animalito, una voz y una carencia

 

Hace unas semanas, un geco entró en mi casa. El pobre animalito vive acompañado de una leyenda que le culpa de comerse la ropa. Conocedor de la falsedad de tal acusación, decidí dejarle corretear libremente por mi piso. Lo cierto es que ya me ha dado varios sustos. Cuando menos te lo esperas, aparece por una pared. Tuve mis dudas de si salón de estar y dos habitaciones serían un hábitat suficiente para alimentar a una salamanquesa, pero es un hecho que no ha muerto de hambre. Me parece que, además de una dieta de pequeños insectos, esta salamanquesa debe comerse alguna que otra miguita de pan.

♣ ♣ ♣

Antes de ayer, tras la cena, quise escuchar unas cuantas páginas de Memorias de Adriano en Youtube. Desgraciadamente, solo había un audiolibro, y la voz del joven hispanoamericano no encajaba para nada, absolutamente para nada, en la personalidad de Publio Elio Adriano. No me lograba meter en el texto de ninguna manera.

Recuerdo el primer día que comencé a leer esas memorias. Aquella primera página, sentado en una larga mesa de la biblioteca municipal de Barbastro. ¡Qué impresión! No me podía creer la belleza y la elegancia que desprendían esas páginas. Solo El nombre de la rosa y La Regenta me han fascinado como la obra de Yourcenar.

♣ ♣ ♣

Revisando mi Paulus, me he dado cuenta de una carencia. Hasta la semana pasada no me percaté de algo que no aparece en la séptima parte de mi novela, la parte dedicada a la estancia del apóstol en Roma: los graffitis.

No caí en la cuenta de esta carencia a pesar de llevar años leyendo acerca de esta realidad insoslayable en las calles de la Urbe. Esta tarde espero poner remedio. Ya no aparecerá en la versión impresa, en su primera edición. Pero espero que sí en la segunda, en el caso de que se dé.

Ya me pertrechado de un magnífico artículo para añadir este elemento urbano en mi recorrido paulino. Además, estoy seguro de que va a ser un placer leer ese artículo, que comentaré el próximo día.