Está bien, ya que sois
muchos los que me lo habéis pedido, voy a hablar de este tema del que no tengo
ninguna gana de hacerlo, pues es probable que alguien se sienta no solo en
desacuerdo, sino ofendido. No es mi intención. Os doy mi opinión con sinceridad, pero con la conciencia de que puedo equivocarme. Aunque me gustaría recordar que estar canonizado implica creer que esa alma está en el
cielo, pero no implica que la obra de ese santo no tenga errores. En fin, sé que me voy a crear aversión de muchos por ofrecer mi parecer
María Valtorta: Creo al 100% en la veracidad de esa obra. Por supuesto que su obra no es Palabra de Dios, por supuesto que sus escritos no son parte de las Escrituras. Pero estoy convencido de que las visiones que tuvo son verdaderas y que los escritos son fiel redacción de esas visiones.
En la obra de Valtorta se
menciona la obra de Emmerick. Jesús le dice a Valtorta que la obra de Emmerick
fue totalmente echada a perder por los hombres.
Sor María Ágreda de
Jesús: Tuvo revelaciones de la vida de Jesús. Tras cada
visión, escribía lo visto. Su director espiritual le dijo que quemara esos
escritos y ella lo hizo. Años después escribió lo que recordaba. Pero ya no era
la obra primitiva en la que cada texto estaba escrito después de cada visión.
Luisa Picarreta:
No la conozco. El sacerdote Daniel Gagnon era muy entusiasta de esta obra y ese
padre me merece plena confianza.
Ana Catalina Emmerick:
No tengo la menor duda de que fue una santa y una mística. Desgraciadamente, ella
hablaba y otro copiaba. Lo que más me sorprende es la ausencia de detalles específicos
cuando habla de cualquier escena histórica. No quiero ofender a nadie, pero los
detalles que se ofrecen pueden valer para cualquier época y lugar del mundo. Siempre
se suele afirmar que la casa de la Virgen María se encontró gracias a la obra de
Emmerick. Me temo que no fue así. Lo único que se debió hallar allí fue el
fundamento de cuatro paredes en un terreno plagado de yacimientos arqueológicos.
Nada en la base de esas cuatro paredes hizo pensar que allí hubiera algo
relativo al cristianismo. Todo lo que se ve, hoy día, es una construcción
actual. Que conste que en ningún sitio he encontrado un artículo arqueológico
sobre lo que se halló allí. Lo que sí que es seguro es que la casa que hoy
vemos es enteramente una obra moderna.
Santa Hildergarda:
Dado que es santa está en el cielo, pero su obra sobre medicina, el clima, o
tantos otros temas es una completa sucesión de errores. No es que haya aciertos
y algún error, sino que nada de lo que afirma sobre las ciencias humanas es
cierto. No es que describa las cosas con su modo de hablar medieval. No, no es
eso. Lo que dice no hay manera de salvarlo ni con la mejor voluntad. Con esto no juzgo a santa Hildegarda, sino a los escritos sobre ciencias humanas que nos han llegado con el nombre de esta santa del siglo XII.
María Simma:
No digo que sus visiones sobre las almas del purgatorio no fueran verdaderas.
Pero todo su libro es siempre la misma historia: un alma que fue muy mala, que
ahora sufre mucho y que pide ayuda. Su obra es la misma historia contada cien
veces.
Medjugorge:
Suspendo juicio acerca de las supuestas apariciones y me someto a lo que
determine la Iglesia. No hay duda de que en ese santuario (en el que nunca he
estado) hay un ambiente de mucho fervor y ha habido muchísimas conversiones.
Garabandal:
Suspendo juicio sobre las apariciones y me someto a lo que determine la Iglesia
si algún día lo hace: Pero Conchita (a la que conocí) es una excelente
católica: humilde, solo quiere pasar desapercibida. Nunca he estado en ese santuario,
pero también hay muchas conversiones, muchísimas.
Profecías de san Malaquías: No son de ese santo. Esas falsas profecías aparecieron casi cuatrocientos años después de la muerte de ese santo y en un solo monasterio. La lista de lemas de papas no aporta nada, y la concordancia con los papas hay que hacerla por medios completamente subjetivos. Estoy convencido de que son una invención anónima, y que su único éxito ha sido atribuírselas a un santo.