martes, agosto 22, 2023

Hundiéndose en el petróleo

 

Ayer acabé de ver Dune. La versión de 2021 me pareció algo menos decepcionante que la cinta de 1984; pero una mala película, en cualquier caso. Cuando yo era joven, veía esa novela en todos los escaparates de las librerías. Vendió unos 20 millones de ejemplares en todo el mundo. Pero era una mala historia como los años han demostrado.

En una novela, puedes usar recursos literarios, hacer bien las descripciones, crear personajes; pero, al final, o tienes una buena historia o no la tienes. Dune no la tenía. La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) sí que la tenía. Galáctica fue un mero pasatiempo, Alien sí que la tenía. ¿Qué decir de Blade Runner? Con razón, no se la puede elogiar más.

No voy a volver a ver La Huella (1972) porque ya me la sé de memoria. Allí sí que hay una historia fascinante para ser contada. Y lo mismo en la nueva versión de guion de 2007 con el mismo título, tan magistral como la primera, imprescindible.

El cine religioso de serie B prescinde completamente de la conveniencia de un buen guion. Basta con cubrir con disfraces baratos a unos cuantos actores no profesionales y buscar cualquier encuadre antiguo, que no sea de la época tampoco posee demasiada importancia.

En los últimos años, varias veces me han ofrecido llevar a la pantalla algunas de mis novelas o, al menos, guionizarlas. Me he negado en absoluto y les he asegurado que perseguiré con todas las armas de la ley cualquier adaptación no autorizada, cualquier copia subrepticia. El día que un buen director me haga una propuesta digna de ser considerada, me sentiré muy orgulloso. Hasta entonces, prefiero que mis libros duerman tranquilos.

Post Data: Dune (1984) con el cantante Sting actuando quizá haya sido la única película de la historia en la que la suspensión de la incredulidad resultó completa y enteramente imposible.

En Dune 2021 lo único bueno son los malos de la película. Desearías que el gordo Harkonnen que se hunde en el petróleo apareciera todo el rato y que los buenos solo aparecieran alguna que otra vez, en todo caso.