Esta tarde una persona me
hacía esta pregunta:
Soy padre de dos hijas (de 12 y 10 años), ambas han sido preparadas y cumplen servicio en el altar en una parroquia, como monaguillas. Es de indicarse que en dicha parroquia también hay monaguillos.
He leído que la Iglesia permite que existan monaguillas, pero también he leído y escuchado posturas que están totalmente en contra de que esto sea así.
Con lo cual he pensado si yo hago mal permitiendo que mis hijas hagan el servicio de monaguillas, me pregunto i debería retirarlas, por lo cual ruego su consejo, sus sanos comentarios para saber que hacer correctamente.
Si acaso ya ha opinado sobre este tema, ruego me comparta el link respetivo para nutrirme sobre el tema expuesto.
Estimado padre:
Sin ningún género de
duda, las niñas pueden hacer de monaguillas. Son las ovejitas que se mueven
alegres, llenas de fe, alrededor del altar. Dejad que los niños se acerquen a
mí, son palabras que se aplican a este “servicio”. Y lo pongo entre comillas
porque los monaguillos poca labor hacen, casi nada. Pero la visión de esas
almas puras alrededor de Cristo es algo que llena de alegría al alma. Que sean
varones o niñas es indiferente.
Recuerde las niñas
consagradas que pululaban por el Templo de Jerusalén; según la tradición, María
fue una de ellas. Incluso en esa época tan duramente machista, no vieron
problema en ello aquellos judíos del Antiguo Testamento.
Un cordial saludo.
Nota adicional: Si a alguien se le ocurren más razones, por favor que lo ponga en los comentarios. Me gustará mucho escuchar argumentos que no se me han ocurrido.
Yo siempre tuve monaguillas y ahora me ha hecho ilusión que dos me pidieran que las casara. En el año pasado fue la última boda que estuve de una monaguilla mía.
Mis hijos son monaguillos!!! Niño de 8 años y niña de 11!!! La niña es más aplomada. El niño que es menor es un poco más travieso jejejeje. Le hago señas desde la banca para que se aplome. Pero, me ha asombrado gratamente que le encanta acolitar más que a su hermana.
ResponderEliminarQué bello Karina!!❤️
EliminarQue bien. Saludos.
EliminarSaludos Marial!
EliminarSaludos querida Niu!
EliminarHola Padre yo por muchos años fui Monaguilla realmente pieso es un servicio hermoso que no se le puede negar a las niñas incluso jóvenes por qué cuando uno lo hace con entrega se puede llegar a una intimidad con Cristo a través de este bello servicio en el altar además
ResponderEliminarEn los Monaguillos se ve la imagen de los Ángeles sirviendo en el altar así como lo hacen los Ángeles en el cielo
EliminarExacto. Sobre todo si son muy pequeños, sean varones o niñas, parecen angelitos alrededor del altar.
EliminarSi, es super bello. En mi parroquia cuando los más pequeños recitan el "Alma de Cristo" es un deleite de simpatía en la comunidad.
EliminarSi padre es hermoso verlos en el altar además su inocencia les permite ver las cosas de Dios con una mirada de cielo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEl sello que imprime el bautismo y el servicio de monaguillo o acólito en el Altar es un sello indeleble. Puede que se aleje de su fe pero ahí tiene dentro la llama del ES. En su corazón y en su mente.
EliminarLa historia espiritual en realidad no se sabe cuándo termina...
EliminarEsas monaguillas me parecen la viva imagen de la alegría y la inocencia del Evangelio. Yo no sé nada de Derecho canónico, pero en mi corazón esa imagen no me produce el más mínimo rechazo ni creo que el Señor tenga nada en su contra. Cuando el Evangelio dice que Jesús amaba a los niños, supongo que las niñas estaban también incluidas.
ResponderEliminarTienes toda la razón Juan Julio...
EliminarTodo aquello que vivimos en nuestra infancia en la Iglesia, es un poderoso símbolo para nuestra fé. Por más inútil que parezca de ninguna manera lo es. Recuerdo en los noventas que de entre tantos niños de las escuelas de catecismo de mi diócesis que fueron concentrados en mi catedral el día de la inmaculada concepción, yo fui uno de los elegidos para cargarla de la entrada hacia el altar. Son cosas que quedan grabadas en el alma. Son poderosos sellos de nuestra fé. Así que porsupuesto que es lícito que haya monaguillas. Todos esos actos refuerzan los valores cristianos.
ResponderEliminarYo también recuerdo haber cargado pero la cruz en una procesión de la Infancia Misionera de mi colegio en la calle. Y sólo pude llevarla hasta la mitad del recorrido porque ya me estaba dando la pálida. Me dió mucho pesar no seguir llevándola recuerdo que me sentí muy apenada.
EliminarQué bello y significativo recuerdo!!
EliminarMonaguillas, pequeñas niñas al servicio del altar, quizá futuras damas al servicio y a los pies del sagrario, que maravilla!!
ResponderEliminarSabe usted querido Padre Fortea!!
Qué poco fácil es encontrar damas para servir en liturgia de sacristía. En nuestra parroquia se creó un apostolado para este fin, las niñas iniciaron su apostolado siendo monaguillas, y así se les irá formando para vestir el altar, llenar las vinajeras, colocar las hostias en el copón, preparar el cáliz, los libros, las lecturas, probar micrófonos, recibir al párroco, tener sus casullas listas, el alba, los corporales, los purificadores, asistir párroco con todo lo que se requiere para los bautizos, las misas de cuerpo presente, las bodas, los quince años, las presentaciones de los niños, etc., etc., pues se ha tomando esta muy acertada decisión. Pues al altar solo puede subir quienes se hayan preparado y los hayan elegido. Así las hermosas monaguillas, poco apoco aprenderán mucho de liturgia, y recibirán las gracias de cada celebración Eucarística, viviéndola a los pies del sagrario ante el altar. Qué gran bendición.
Monaguillas, futuras damitas del altar, la delicadeza femenina, la alegría la ternura y dedicación!!! Esa es mi sugerencia..
Ahora, recordé al Padre Manuel Prieto, mi querido párroco anterior, nos decía por favor elijan bien a los lectores, y si son hombres que no tengan una voz que desentone, y sin agraviar a los sacristanes, el prefería que la mujeres se encargarán de tan delicados asuntos..
Hermoso Post, Padre Fortea..
¡Dejad que los niños vengan a Mí!
Me imagino ahora a María consagrada en el Templo de Jerusalén, serían momentos de gran formación con otras niñas y mujeres en la Fé, creo que todo ello ayudó a la educación que luego le dío a Jesús a ser conciente de la Belleza y tradición de su pueblo y a su intimidad con Dios. Creo que debemos motivar este servicio en las niñas. Lo voy a comentar con mi nieta de 11años.
ResponderEliminarMe parece a mí algo muy lindo. Sin embargo creo que es bueno profundizar un poco más en el tema. Entonces preguntaría yo. ¿Porqué, para qué y para quién? Me vine a la mente cuestiones también como música moderna en la liturgia de la misa. Me parece que tradicionalmente siempre habían sido hombres los monaguillos ya que con base en el evangelio, eran los 12 apóstoles quienes acompañaban a Jesús durante la última cena. Pero no sé en qué se basaba o basa la liturgia con respecto a los monaguillos. También otro punto es que ahora que está muy de moda la cuestión de mujeres ordenadas, nosé se si fuese esto motivo de malas interpretaciones.
ResponderEliminarMe hubiese encantado ser monaguilla de pequeña!! ¿Sería correcto usar el masculino 'monaguillo' para una niña?
ResponderEliminarHola, querido padre:
ResponderEliminarSe tiene la esperanza de que el niño, participando activamente de la misa y tomando contacto muy de cerca con los santos misterios, nazca en él la vocación sacerdotal. Lo mismo se podría esperar de una niña, pero para que nazca en ella una vocación religiosa que beneficiaría de igual forma a la Iglesia con sus oraciones.
Por otra parte, a Jesús le servían gustosamente muchas mujeres durante su vida evangélica, ¿ha cambiado Cristo ahora en el altar para que esto deje de ser así? No. Aunque resucitado, Cristo sigue siendo el mismo; por tanto, nada a cambiado para que a las mujeres se les vede el poder servir al Señor en el altar. El que consagra es el sacerdote, pero nada impide a ningún bautizado el poder servir a Cristo en el santo sacrificio.
Pues fíjate, leyendo tu comentario, se me ha ocurrido pensar en las mujeres que estaban junto a la Santa Cruz, junto al Altar, en el monte Horeb. Había hecho una pregunta un poco más abajo, y esta podría ser una respuesta de las posibles si hubiera más a la pregunta que formulé un poco más abajo.
EliminarEsta bien, pero preocupa ya que pueden sentir una falsa vocación sacerdotal... Todas quieren ser "sacerdotes" pero ninguna monja, alto que seriamente preocupa... Les diría que no, pero siempre pueden ayudar en algo que no sea la liturgia, ayudar a cambiar los manteles del altar.... Etc.
ResponderEliminarEso sería una rara excepción que no haría peso en realidad.
EliminarHay una congregación religiosa aquí en las Amèricas, creo son las misioneras de Jesús Sacerdote. En YT hay el testimonio de una monja que de chica quería ser sacerdote, luego se enteró de que eso es imposible. Encontró a la congregación ya mencionada y anda por lugares lejanos bautizando y siendo testigo en el sacramento del matrimonio. Ya ves, el que busca, encuentra.
EliminarUn poco jocoso el comentario de Antonio.🙄
Eliminar"A comienzos de los años 90 varios obispos elevaron a la Santa Sede una consulta sobre este particular.
ResponderEliminarLa respuesta, del Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos y confirmada por Juan Pablo II, es que también se puede incluir a las mujeres en el servicio del altar.
De todas, formas, añade algunas precisiones que conviene tener en cuenta.
Indicaciones prácticas
La primera de ellas es que el obispo diocesano puede disponer otra cosa. La norma permite, no ordena, y la normativa deja al prudente criterio del obispo, en su diócesis, tanto éste como otros muchos aspectos litúrgicos.
La segunda precisión es que se exhorta a no abandonar la existencia de monaguillos varones en las parroquias, porque siempre ha constituido una inestimable fuente de vocaciones sacerdotales.
De hecho, ambos aspectos pueden coincidir, y ya ha habido algún obispo que ha reservado el ayudar a Misa a los chicos precisamente para no perder lo que constituye su principal “cantera” para el seminario.
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Hay alguna precisión más, con menos relevancia práctica, que podríamos resumir en lo siguiente: se trata de un servicio temporal, no por tanto de una condición permanente. Y lo mismo para la mujer como para el varón.
Se trata de un servicio que se solicita, nunca de un derecho que se pueda esgrimir como tal.
En resumidas cuentas, si se ve a una mujer ejerciendo de monaguilla, lo que hay que valorar es que lo haga bien y dignamente, sin que tenga una particular relevancia el hecho de ser mujer."
Aleteia.
Sin contar que las mujeres solemos ser más detallistas...
EliminarHace poco un sacerdote de la FSSP habló del tema en YT, dió a entender que a los niños no les interesa mucho ser monagillos si ya hay niñas en ese servicio. Tiene algo de sentido, tal vez es algún sentido de pertenencia. Particularmente, no me gustan las niñas-monaguillas, no sé por qué. Prefiero siempre los niños-monaguillos. Y no empiezen con aquello del patriarcado.
EliminarJajaja si no explica ese "no sé porque" corre el riesgo de parecer patriarcal de todos modos.
EliminarEntiendo a Tadeo, la mujeres acompañaban a Jesús de una manera más espiritual durante la pasión. De hecho ninguna mujer figura en la última cena donde se instituye la eucaristía. Pienso que hasta desde un punto teológico, deben de ser solo hombres quienes participen activamente en la Misa ya que fue Adán quien tomo primeramente del fruto prohibido y Eva observaba cómo ella había llevado a Adán al pecado. De igual manera, pienso que tiene más sentido durante la celebración eucarística que la mujer participe espiritualmente pero no activamente. Ya que es el hombre que e inicia la reparación. Solo mi humilde opinión.
EliminarY qué sucede en las celebraciones donde no hay niños/as para servir en la celebración Eucarística y el servicio lo tienen que hacer adultos? ¿Dónde está en la Sagrada Escritura el servicio al altar? Siempre había tenido la idea que la profetisa Ana servía al altar, pero al leer este post, me he dado cuenta que la Palabra nos dice cómo la profetisa Ana servía al altar, y servía con ayunos y alabanzas, es decir, vida consagrada en Monasterios y Conventos, pero no nos desviemos, la pregunta era, ¿Dónde está en la Biblia el servicio al altar?
ResponderEliminar¿No eran solo los apóstoles quienes acompañaban a Jesús durante la última cena y en el huerto? De hecho durante la pasión, ejemplo viacrucis, no recuerdo que alguna mujer participará activamente. Y la misa es volver a vivir la pasión de NSJ.
EliminarMonaguillo si es niño. Monaguilla si es niña. Es lo correcto según la RAE.
ResponderEliminarPadre Fortea,lo importante es que los padres de los monaguill@s acompañan el servicio,lo sorprendente es cuando se preparan para recibir su comunión y no continúan y peor adolescentes y jóvenes pocos...
ResponderEliminarY no queda de otra al sacristán (a) otro adulto que asista a la celebración 😶
A seguir animando para avivar la participación en Parroquia, claro que no falta el que argumenta siempre sirven los mism@s 😕
En mi parroquia nunca hubo monaguillos. Ni niños ni niñas. De niño nunca oí hablar de su existencia.
ResponderEliminarEl ACOLITADO FEMENINO no sólo está ya permitido en la Iglesia Católica (y oficialmente desde 2021 con el Motu proprio 'Spiritus Domini' como un Ministerio Instituido) sino que está muy recomendado y es el más alto y auténtico servicio litúrgico que puede hacer un laico o una laica.
ResponderEliminarVa el documento oficial que explica las razones teológicas y pastorales (para que lo meditemos y oremos):
https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2021/documents/papa-francesco_20210110_lettera-donne-lettorato-accolitato.html
Gracias Alfonso, tu contribución con este comentario me ha sido muy útil.
Eliminar"Hay un creciente sentido de urgencia hoy para redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en particular la misión de los laicos [...]
ResponderEliminarPara toda la Iglesia, en la variedad de situaciones, es urgente que los ministerios sean promovidos y conferidos a hombres y mujeres... Es la Iglesia de los hombres y mujeres bautizados la que debemos consolidar promoviendo la ministerialidad [...]
Ofrecer a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal, aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico (institución), de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia [...]
La decisión de conferir estos cargos, que implican estabilidad, reconocimiento público y el mandato del obispo, también a las mujeres hace más efectiva la participación de todos en la labor de evangelización de la Iglesia".
Papa Francisco