martes, mayo 25, 2021

Seguimos con cuestiones de Secretaría de Estado del Vaticano

 

Estas salas de Secretaría de Estado están estéticamente bien. Señal inequívoca de que las decoraron hace un siglo y no las han tocado. Si alguien “moderno” hubiera puesto sus manos encima, hubiera pasado como con la nieve cuando pasa un rebaño de ovejas.

Ahora bien, aunque son salas correctas, difícilmente entusiasmarán a alguien. ¿Por qué? Porque esa sala, la miremos como la miremos, la miremos con benignidad cristiana o con ojo crítico de decorador profesional, es solo cuatro paredes con papel en tonos suaves con unas cuantas obras de arte. ¡Esto no entusiasma ni a las ranas!

Si se escoge ese estilo, hay que seguirlo con decisión, con energía. Véase la película María Antonieta. Si escoges ese estilo, llamad a Sophia Coppola (la directora de la película), no a la hermana del bedel que me han dicho que decora o que tiene una vecina que decora o algo así.

Abajo se pueden ver dos fotos en que se toma un estilo y se es consecuente hasta las últimas consecuencias. Señores monseñores, hasta la estética tiene sus dogmas. Y esa sala convencerá, pero no vencerá.

Post Data: La última frase es mía.