domingo, marzo 22, 2020

Este es el nuevo traje de protección que tenemos que llevar los capellanes de hospital



Estoy leyendo, por segunda vez, la preciosa novela El amante de Marguerite Duras, literatura en estado puro. Durante las comidas, he estado viendo varios capítulos acerca de los antiguos jardines islámicos, desde Marruecos hasta Irán. Sí, era un documental inglés. Esta noche comenzaré a ver María, reina de los escoceses. Sigo con mi novela sobre san Pablo. En un par de semanas habré acabado el segundo tomo. Los dos primeros tomos significarán unas ochocientas páginas. Sí, el que comience la novela va a tener que afrontarla como el viajero que comienza un largo viaje. 

En Alcalá siguen las misas, el culto público no se ha interrumpido. Ahora iré a concelebrar a la parroquia más cercana a mi casa. Mi madre no para de darme remedios médicos. Ahora me insiste mucho con el Vicks Vaporub. Otra persona que me llamó desde Barcelona me insistía en la cebolla. Un amigo mío me recomendó una combinación de tres fármacos.

Creo que ahora no es momento, como hacen algunos, de agrias críticas al gobierno. Se pueden dar sugerencias o hacer críticas desde el respeto, insisto, desde el respeto. Pero no tengo la menor duda de que ellos están intentando hacer las cosas lo mejor posible. Por supuesto que cuando revisemos todo, nos daremos cuenta de que todo es mejorable. Cuando revisemos todo, nos daremos cuenta de qué fue acertado y qué fue errado. Pero no es el momento de hacer críticas agrias, duras o descalificadoras. Todo el mundo está intentando hacer las cosas lo mejor que puede.