He subido un nuevo sermón
a mi canal, unas palabras sobre el coronavirus.
En el vídeo, que os pongo abajo, podéis ver
el altarcito que he preparado en mi casa para celebrar la misa. Pedí permiso a
la diócesis porque, estando en fase contagiosa, no podía ir a la parroquia donde
concelebraba. Como voy a tener que estar aislado dos semanas, me dieron el
permiso sin problema; cosa que agradezco.
Compré esos candelabros
porque estaba seguro de que, antes o después, en alguna situación de emergencia
sería necesario celebrar la misa en casa. No pensé que dos años después de
comprarlos los iba a tener que usar.
Yo nunca he comprado una
casulla para mí mismo. Siempre he usado las que había en las parroquias. Os
resultará paradójico, yo que siempre he hablado tanto aquí de ornamentos litúrgicos,
nunca he comprado ninguna casulla, alba o capa pluvial para ninguna de mis
parroquias o capillas.
Sí, el que lea mis posts
pensará que tendría que ser de otra manera, pero lo cierto es que en veinticinco
años ni una. Pero hace años sí que encargué con una tela muy bonita que me
hicieran las marías de los sagrarios una casulla. La idea que tenía en mente al
hacer la casulla era una que sería un poco largo explicarla. En realidad, era
para donarla para otro lugar. Pero, al final, no salió como yo quise, para
nada, salió mucho más fea, y se quedó guardada en mi casa. Menos mal, porque
así estoy provisto de todo. Lo único que no tengo es patena.
Me ha llamado la atención
los varios evangélicos que han escrito comentarios diciéndome que les han
gustado mis sermones sobre el coronavirus.
Hablando del coronavirus,
me encuentro bien. Llevo una semana con diarrea y con fiebre continua. Pero ahora mismo solo tengo medio grado de fiebre, la bajada se mantiene. Respiro bien. He acabado de leer (por segunda vez) El
amante de Marguerite Duras. He disfrutado más esta novelita tan corta esta
segunda vez. Esto es literatura en estado puro, de la mejor calidad. Estoy acabando
de ver La favorita del griego Yorgos Lanthimos. Hacía muchos
años, que no veía una película tan magistral. No exagero, es una de las grandes
obras del 7º arte del siglo XXI.
Aquí el nuevo sermón sobre el coronavirus: