El gobierno de España
Vuelvo a manifestar que
la actuación del Gobierno de España en esta crisis ha sido correcta. Veo que los
responsables han hecho todo lo posible. No entiendo las críticas llenas de odio
que algunos les han dedicado. Desde un punto de vista moral, que es el campo propio
de los sacerdotes, no puedo entender ese intento de buscar un chivo expiatorio.
Otra persona me decía ayer que la crítica era un modo de socavar un gobierno
que era perjudicial para la nación. Pero no, no se puede instrumentalizar una
desgracia nacional como esta para buscar fines políticos. Moralmente, no
resulta aceptable.
La Unión
Europea
Es cierto que los países
del norte de Europa no han aceptado ni una de las medidas económicas que pedían
España e Italia. El egoísmo ha primado.
Pero tampoco le daría demasiada
importancia a esa moralmente injustificable decisión, porque el terremoto que
se avecina va a superar cualquier línea de financiación, cualquier ampliación
de déficits, que ahora se aprobara. Da un poco lo mismo lo que se añada a la cuenta
del debe, el huracán provocará una bancarrota pactada del sistema.
Dentro de menos de un año, veremos si tengo o no razón.
El fracaso
de la cumbre de mandatarios, lo único que demuestra es bajeza moral, pero
tendrá pocas repercusiones concretas. Eso sí, jamás pensé que ni en una
situación como la de ahora no tuvieran los políticos del norte un poco de mejor
corazón.
Los médicos
Las declaraciones de un
gobernador de Estados Unidos y de un ministro holandés son repugnantes. Las declaraciones
han sido muchas, pero, por ejemplo, Frits Rosendaal, un responsable holandés de
epidemiología declaraba:
En
Italia, la capacidad de las UCI se gestiona de manera muy distinta [a la
neerlandesa]. Ellos admiten a personas que nosotros no incluiríamos porque son
demasiado viejas. Los ancianos tienen una posición muy diferente en la cultura
italiana.
No se me ocurre un
alegato mayor contra la eutanasia. Esas palabras valen por un sermón... para
hacer justo lo contrario.
Al menos, y eso es un
consuelo, los médicos de España e Italia luchan por salvar cada una de las
vidas que llegan hasta ellos, tengan la edad que tengan. Solo eligen a quien
aplicar los medios disponibles cuando lo razonable es hacer eso. Pero mientras
no haya que elegir, se intenta salvar a todos.
Otras consideraciones
La salud de los seres
humanos no puede considerarse una mercancía más abandonada a la ambición del
mercado.
No les deseo nada malo a
los defensores del darwinismo social (una teoría que siempre falsa), pero, desde
luego, los vientos que se van a levantar (y que van a arrancar incluso los
árboles) donde van a ser más espantosos será en los países con menos solidaridad.
España, Italia, Portugal,
Francia serán más pobres que otros países. Pero, en la prueba terrible que se
avecina en el plazo de un año, sus estructuras se mantendrán mucho mejor, mientras
otras estructuras caerán al suelo estrepitosamente. Los países menos egoístas,
lo más solidarios, resistirán los vientos mucho mejor. La belleza de la palabra
solidaridad. Los países donde reina más el egoísmo, el darwinismo
social, les compadezco; se van a ver sacudidos por la Ley de la Selva.
La presente crisis
(sanitaria) va a ir seguida de otras crisis, económicas y sociales. La situación
que se avecina hay que afrontarla desde san Francisco de Asís, no desde Darwin.