He quitado mi post sobre Cuba. No ha
sido por orden de ningún superior. Tampoco ningún superior me ha hecho ninguna
sugerencia. Pero he pensado que mi razonamiento moralmente
–me parece– correcto debía someterse al juicio concreto de los obispos
cubanos. Para que no haya la más leve falta de sintonía, he tomado esta decisión.