domingo, julio 18, 2021

Qué gran don

 

Sobre el tema de mi video acerca de Cuba, he recibido muchas preguntas. Sí, creo que puedo dar algunas explicaciones más. Hay una diferencia radical entre servilismo y obediencia.

Respecto a la obediencia, siempre podemos ir un poco más allí, siempre podemos obedecer mejor, de un modo más puro, de un modo más espiritual.

Cierto que yo debo obediencia solo a mi obispo y al sumo pontífice, pero la conciencia que tengo de la sacralidad del don de la episcopalidad me lleva a un respeto a cualquier obispo del mundo que puede parecer obediencia. Estrictamente, lo que hago no es obediencia (entendida esta de un modo formal), pero es un respeto tal que, de hecho, en la práctica, va a ser percibida como obediencia. Y, ciertamente, si tuviera yo promesa de obediencia a todos los obispos del mundo, en casi nada se diferenciaría mi forma de actuar hacia ellos.

Desde luego, cuando estoy en otra diócesis mi actuación respecto al ordinario del lugar es de total obediencia, lo mismo que si estuviera en mi diócesis y escuchara a mi obispo.

Yo adoro a Dios obedeciendo a mi obispo y respetando a todos los obispos del mundo.