domingo, agosto 28, 2022

A vueltas todavía con cuestiones constitucionales

 

Ya que estos días han tratado de cuestiones constitucionales, permitidme que os comparta algunos pensamientos más.

Una pregunta que me he hecho desde hace años es ¿se deben prohibir los partidos que en su programa tengan el acabar con la democracia? Esto afectaría a partidos de tipo nazi o de religiosos que pretendan implantar un califato tipo ISIS, etc.

Después de tiempo pensando este tema, claramente veo que sí. Los partidos que promuevan el fin de la democracia no pueden beneficiarse de los beneficios estructurales que supone ser un partido con representación en el congreso.

Las razones en contra de la prohibición de este tipo de partidos son varias, y algunas dignas de ser tenidas en cuenta. Pero sostengo que no deben permitirse.

Cierto que una coalición de partidos puede tener medios para presionar la prohibición de un partido emergente, amparándose falsamente en esa excusa. Pero la defensa de un partido injustamente prohibido radicaría en un estamento judicial independiente. Finalmente, todo acabaría en el Tribunal Constitucional.

Esta como tantas otras cosas, al final, acaban en ese tribunal. Cómo se constituya ese tribunal resulta esencial. Yo, en mi libro, ya dije que lo ideal es que esté constituido por jueces vitalicios escogidos por 2/3 de los senadores. Pero si no es así, que será lo normal en casi todas las naciones, pienso que la mitad deben ser por designación del congreso, y la otra mitad por elección de la cúpula del Tribunal Supremo, que unos veinte jueces decidan quiénes son los más profesionales para ejercer esa función.