martes, agosto 15, 2023

La Sagrada Familia, buscando defectos

 

Una parte de la Sagrada Familia que es bellísima es la cripta. Alguien pensará que construir criptas es fácil. Pero, visto lo feas que las suelen hacer, parece que no es tan fácil. No solo resulta de impresionante belleza, sino que fue muy buena la idea de que se pudiera ver desde el nivel superior. Viendo la cripta desde los ventanales superiores, le hubiera aconsejado a Gaudí hacer un segundo nivel inferior a la cripta, aunque fuera solo de una cuarta parte de extensión y mucho más modesto. Y que hubiera una especie de “pozo amplio” desde el que se pudiera ver ese nivel inferior mirando desde los ventanales superiores. La impresión de profundidad sería espectacular.

Las vidrieras son otro portento de diseño cromático. Son la mayor prueba que he visto (en el campo de la vidriera) de cómo menos puede ser más.

Podría elogiar las puertas y tantos otros aspectos de la basílica, per pasemos a los defectos. Lo primero de todo es el presbiterio. Eso ya no lo diseñó Gaudí. Es tan insustancial que parece que no haya presbiterio. Por supuesto que el ciborio que hay es horrible. Ya sé que es copia del que Gaudí hizo para la Catedral de Mallorca. Pero ¿por qué empeñarse en copiar una de las peores ideas de Gaudí? Tienes un interior admirable para un templo y crear un presbiterio que no está al mismo nivel estético.

Después están los “faros” con los nombres de los evangelistas. Ese estilo estaba en boga entonces y hasta los años 60. Esos faros afean muchísimo los pilares.

Las vidrieras las he elogiado, pero si se hubieran decidido por un solo color (con todos los matices posibles), el interior de la basílica sería más que espectacular. Todo el interior quedaría bañado en un tono que crearía una unidad cromática en el conjunto. Pero, haciendo cada grupo de vidrieras de un color, ese efecto se suprime.

Sea dicho de paso, tener infinidad de bombillas eléctricas encendidas en medio de un luminoso día de agosto no tenía ningún sentido. Esas luces no aportaban nada y sí que estropeaban el efecto de luz filtrada de las vidrieras.

Y un último defecto que no es de Gaudí sino de todos los arquitectos actuales: la ventilación de los templos. Sobre este asunto escribí un post entero:

https://blogdelpadrefortea.blogspot.com/2020/07/consejos-para-alguien-de-la-catedral-de.html

Lo fácil que resultaría ventilar y refrescar el interior de la basílica con la brisa de la que goza Barcelona. Sería sencillísimo proveerla de una ventilación natural que no costaría nada de dinero. Dentro del templo estábamos todos pasando mucho calor, había dentro más de mil personas, pero a nadie encargado de la construcción parece habérsele ocurrido la idea de crear las condiciones para una ventilación cruzada con la brisa.

Nota 1: ¿Pero es que no hay nadie con mil millones de euros que me pueda encargar erigir una catedral?

Nota 2: Me conformo con una cantidad sustancialmente menor.