(La foto es de mi reciente visita a las ruinas de Medina Azara en Córdoba). Dado que el Opus Dei va a
celebrar un congreso extraordinario para reformar sus estatutos, me gustaría hacer una pequeña aportación,
a pesar de que yo no pertenezca a tan eximia institución.
Le he estado dando
vueltas a que se debería permitir que un
supernumerario pudiese ser terciario de una orden religiosa. La razón
que se podría alegar para prohibir tal cosa es que el espíritu laical del Opus
Dei es incompatible con el espíritu religioso de la orden franciscana, dominica
u otras.
Pero reflexionando sobre
esto en profundidad no hay incompatibilidad alguna. Un supernumerario puede sentirse
felicísimo con el espíritu del Opus Dei y, al mismo tiempo, sentir que el Espíritu
Santo le lleva a vivir su laicidad en medio del mundo, casado, a través de una
determinada espiritualidad monástica, por ejemplo.
Alguien podría pensar
que, en ese caso, hay que elegir: o espíritu del Opus Dei o espíritu benedictino
o carmelita. Pero no, no hay nada en la esencia del modo de vivir del Opus Dei
que sea obstáculo para que uno de sus miembros añada el espíritu de una orden
monástica o mendicante.
No es un ejemplo
hipotético. Conozco a un supernumerario que está felicísimo en el Opus Dei:
asiste a todos los medios de formación, sigue todo con fidelidad. Pero a ese sustrato
se ha añadido un amor a la orden cartujana que le lleva a superponer esa otra
capa de espiritualidad. Sobre esto hemos hablado y veo que ambas
espiritualidades pueden coexistir sin conflicto alguno, no hay ninguna
necesidad de elegir entre una u otra.
¿Sería contradictorio con
el Opus Dei que uno de sus miembros rezara el breviario todos los días? ¿Sería
contradictorio que usase sus vacaciones en pasarlas todos los años en una
abadía? Por supuesto que no.
Voy a ofrecer otro
argumento. El Opus Dei se creó para los laicos y su espíritu es laical. Ahora
bien, al pasar los años, se llegó a la conclusión (acertada) de que también los
sacerdotes seculares podían pertenecer a esa institución. La pertenencia de
esos clérigos al Opus Dei no es defectuosa, es plena y perfecta. Y eso respecto
a los miembros de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, pero dígase lo mismo
respecto a los sacerdotes de la prelatura. ¿Hay algún conflicto entre la
espiritualidad laical de la Obra y el ser sacerdotal de sus propios clérigos
incardinados? Evidentemente, no.
Por eso, sugiero que en
los nuevos estatutos haya una pequeña anotación que incluya la posibilidad de
pertenecer a órdenes terceras. Puede parecer que se trataría de un asunto muy
menor, pero clarificaría una serie de perplejidades que surgen en los fieles de la prelatura
acerca de si tal o cual cosa (seguida a nivel personal) no va contra el
espíritu laical de la Obra.