Ayer vi un
documental fabuloso sobre la segunda guerra italo-etiope. Hacía mucho que no
disfrutaba tanto con un documento tan auténtico, tan peculiar:
https://www.youtube.com/watch?v=9ILueKshJEQ
Lo vi todo el
rato como la historia de Caín y Abel. El asesino era Mussolini. Esta vez, Abel
eran cientos de miles de hijos de Adán. En esta guerra, Caín tenía varios
generales dispuestos a ejercer de caínes.
Mussolini era
ridículo. Pero era un payaso asesino. Pueden hacer reír sus ridiculeces, pero
sin olvidar que en su corazón habita El silencio de los corderos.
Ojalá que
hubiera acabado sus días en una prisión, cumpliendo una cadena perpetua. Pero crio
lobos y su final fue el de una jauría que le asedió y devoró.