martes, marzo 02, 2021

Me gustan mucho los comentarios

 

En un vídeo de mi canal, titulado ¿Puede un papa ser hereje?, es el vídeo nº4, me he encontrado hoy con este comentario que os lo participo. Las palabras en granate son las palabras de este “admirador mío”:

Nunca vi tanta arrogancia en un solo hombre [se refiere a mí] y tanta ignorancia.

No se me hubiera ocurrido empezar un comentario con un arranque tan wagneriano. Me dedico a la literatura y esto me encanta. Nunca vi tanta arrogancia en un solo hombre  y tanta ignorancia.

 

Cómo se atreve a menospreciar y decir un hijo de vecino [se refiere otra vez a mí], es decir un don nadie, a tantos católicos que se forman y ven claramente lo que está mal, que no manipulan la doctrina, porque usted altanero lo diga ni tampoco contraponen los textos todo es difamación y calumnia suya.

Cierto que la gramática sufre un poco en la boca de este comentarista, pero el sentido lo transmite claro: difamación, calumnia, altanería, manipulación. Ya se ve que, en mi campo, me esfuerzo y mi jornada da para mucho.

Hay laicos con un espiritu de sabiduría muy superior a usted. ¿O usted se cree superior en sabiduría solo por tener sotana? Por como habla, según usted sí. Qué arrogante. ¿Quién se cree usted para creerse dueño del don de sabiduría en circulos altos  cuando el espiritu santo da estos dones como el plasca asi lo ha enseñado la doctrina por años y ahora usted quiere decir que los hijos de vecinos estamos mal y usted bien?

Sí, los hijos de los vecinos muchas veces no están del todo bien.

Por favor, cerrar los ojos y hablar así no lo hace espiritual lo hace fingido sufre del vicio de la imaginacion no de la contemplación , preocupese por españa que es un pais podrido por falta de doctrina de donde es usted y su pais se cae a pedazos estando usted allí.

Sí, ya lo dice Federico Jiménez los Santos que España no está del todo bien. Si algún día conozco a este buen señor, me llevaré un casco y escudo antidisturbios. Solo eso, porque cualquier cosa que haga, probablemente, lo azuzará todavía más.

Dejese de andar publicando cosas de angeologia y demonologia que imagina que eso no suma realmente a la conversión y haga lo que la iglesia le demanda que es enseñar doctrina, no robe santidad en la iglesia, bien guardado se lo tenía el menosprecio a los laicos, idiota arrogante.

Los últimos dos calificativos de la postrera línea rompen un poco la tónica de caridad del entero escrito. Pero sé que, en el fondo, me quiere. Seguro que estuvo a punto de añadir: “Pero esto se lo digo con toda caridad, por su bien”.