lunes, febrero 28, 2022

El himno del Vaticano

 

Siguiendo el tema de los himnos de ayer. Si se quiere se puede componer un nuevo himno se puede. Ahí está la UEFA con su bonito himno We are the champions. Muy bonito, ¿aunque espero que no pagaran al compositor por un más que evidente plagio de Haendel en Zadock the priest?

Los jefes que lo pagaron se defendieron con lo de que era una “adaptación”. Decir que es una “adaptación” lo veo demasiado generoso para con el supuesto “compositor” actual.

Conste que en la nueva versión de la UEFA lo han cambiado un poco para que el asunto no sea tan descarado. Y con cada nuevo cambio se parece menos a Haendel y se hace un poco más feo.

Sea dicho de paso, muchos acusan a los Estados Unidos de haber escogido un himno nacional que incantable. Para un español como yo, varias partes resultan un trabalenguas.

Si los ucranianos componen un nuevo himno para su país, les pediría que, ya puestos, —lo dije ayer— que compongan otro himno extra para usarlo como himno del Estado Vaticano, porque el del Estado de la Ciudad del Vaticano desde luego no es, precisamente, La Marsellesa ni tampoco Men of Harlech. ¿Pero a quién se le ocurrió ese himno para el Vaticano? No hay ninguna duda de que solo puede ser el resultado de la acción de alguna sociedad secreta.