Entre mis notas he encontrado esta
anotación sobre los “hijos” de los siete pecados capitales. Me parece tan
interesante que varios días os voy a compartir la “prole” de cada pecado:
La vanagloria
es el apetito desordenado de la propia alabanza. Busca la propia fama y
nombradía sin méritos en que apoyarla o sin ordenarla a su verdadero fin, que
es la gloria de Dios el bien del
prójimo.
Hijos de la vanagloria:
—la
jactancia
—el
afán de novedades
—la
hipocresía
—la
pertinacia
—la
discordia
—las
disputas
—la
desobediencia