No todo es malo en Putin. Por
ejemplo, quiere mucho a su perrito Antonov. Lamentablemente esta tarde el
perrito confundió sus barritas favoritas con la bolsa de Polonio 210.
También quería mucho a su chimpancé Irino. El año pasado descubrió que no es una buena idea guardar una ametralladora debajo de la almohada con un mono suelto por la casa.
La tortuga Laurissa ha fallecido por causas naturales acompañadas de extrañas circunstancias.