miércoles, noviembre 18, 2020

.

Comentario al post anterior: Te doy la razón, Pablo. Estas ideas dieron magníficos resultados hace siglos, dieron lugar a grandes proyectos. Pero, en el siglo XX, no funcionaron. Y Brasilia es un buen ejemplo de ello. Grandes expectativas, resultados modestos.

Pero no puedo resistirme a la idea fascinante de grandes edificios institucionales, blancos como el mármol, surgiendo de prados verdes con árboles.