jueves, enero 14, 2021

FINIS CORONAT OPUS

 

Hoy 14 de enero de 2021, festividad de san Fulgencio, san Dacio y san Eufrasio, he acabado la novela de san Pablo. Alabado sea Dios. Le doy gracias porque me ha permitido llegar al final.

Permitidme hace un poco de arqueología. Sentimentalmente, tengo la necesidad de recapitular. Es como llegar a la cima de una montaña. Me apetece sentarme y contar por teléfono qué fue esta ascensión.

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La obra la redacté en varias etapas.

Preparación: Hubo una prehistoria y es que, desde el año 2009, me sentí cada vez con más devoción hacia san Pablo. Viajaba mucho a dar conferencias. Tanto en aeropuerto, como cuando hablaba ante la gente, tanto en los preparativos del viaje como cuando atravesaba una frontera, cada vez tenía más presente a este santo. Continuamente pensaba qué haría él en tal o cual situación ordinaria de esos viajes míos. Este santo se convirtió en una “presencia” en mis viajes.

La primera etapa de la escritura tuvo lugar, más o menos, en el año 2011, en Roma. Redacté, más o menos, 200 pgs. del tomo I. Tal vez llegué a trabajar durante un mes, porque escribí y escribí a toda velocidad, sin revisar. Una primera redacción rápida. En esa época, la novela de san Pablo no iba a tener tomos. Todo se publicaría en un solo libro.

Primera interrupción: Yo hubiera querido seguir con la redacción del libro, pero debía retornar a mi tesis doctoral. Esas interrupciones eran necesarias. Me descansaban de un trabajo que me resultaba monotemático. Ese mes de descanso, escribiendo sobre ora cosa, no fue una mala distracción, sino un necesario descanso. Pero se hacía necesario retornar a mi tesis.

La segunda etapa, en el año 2015, duró varios meses. Revisé lo escrito hasta entonces, que se transformó en 300 pgs. Proseguí, desde allí, y acabé entero hasta el primer viaje. Otras 200 pgs. añadidas a las 300 pgs. iniciales. Había acabado lo que ahora es el tomo 2 y 3. Pensé que la obra habría que publicarla en dos tomos. Mi idea era que la novela tendría 500 pgs. hasta el primer viaje, y que los demás viajes los resumirá en 100 pgs. más.  Al final, saldría una obra en dos tomos, con un total de unas 600 pgs.

Segunda interrupción: Esta etapa creativa se interrumpió a la fuerza. Llegó el verano y me quedé solo un mes en la capellanía del hospital. Imposible escribir ni una página más. En los dos meses siguientes, la mitad de los días tenía que subir al hospital. De nuevo, no fue posible dar continuidad a escritura alguna. Opté por revisar libros ya escritos. Esa labor sí que la podía hacer con interrupciones. Se trataba de obras ya escritas que requerían una revisión del estilo. Eso si que lo podía hacer fragmentariamente.

Cuando llegó el otoño, tenía, además de mi capellanía y el hospital, varios viajes. No me vi con un espacio de un par de meses seguidos para acabar el libro de san Pablo. Así que pospuse el acabar el libro.

Con el paso de los años, fui entendiendo que la obra se podía alargar y que eso requería un tiempo de escritura continuada. De momento, carecía de ese tiempo y preferí afrontar obras breves. Pero, además, me daba miedo meterme en una obra que presentía que iba a ser larga. Aunque nunca pensé que tan larga.

La tercera etapa, comenzó en febrero de 2020 y la he acabado en enero de 2021. A estallar en marzo, la epidemia del coronavirus, se produjo el confinamiento. Yo no era párroco, tampoco era ya capellán del convento. De pronto, me encontré con muchísimo tiempo para escribir. Durante un año entero, me dediqué solo a la novela.

Y así trabajé a jornada completa, durante esos meses, en una obra que acabó teniendo 2356 pgs. sin contar el apéndice.

Ahora solo queda esperar las anotaciones de mi corrector. Gracias, Dios mío, por ver este día.