sábado, junio 10, 2023

Hoy un día verdaderamente especial

 

Hoy he tenido la alegría de asistir a la ordenación episcopal de don Antonio Prieto, nuevo obispo de mi diócesis. La ceremonia ha durado dos horas y cuarenta y cinco minutos. Menos mal que estamos en un junio inusualmente templado. De lo contrario la temperatura dentro de la catedral hubiera sido muy incómoda.

He llegado media hora antes y me he puesto a hacer oración mental, meditando a Valtorta. Ha sido la mejor preparación para la ceremonia. La cual me ha emocionado hasta las lágrimas. He vivido plenamente la misa.

Detrás de mí, estaba sentado un sacerdote ortodoxo rumano; en el templo, también estaba un obispo ortodoxo. Me han alegrado mucho estas asistencias que auguran una futura unión que doy por descontada en esta generación.

Después he llevado a mis padres a la estación de tren, porque habían estado conmigo desde el martes pasado. Al despedirlos en la estación, le he dicho a mi progenitora: “No sé si pierdo una madre o gano un obispo”.