miércoles, junio 14, 2023

Reflexiones sobre la episcopalidad

 

El otro día prediqué acerca de las ventajas de que un obispo esté todo su tiempo de episcopado en una diócesis, y las ventajas de que un obispo cambie a una segunda o tercera diócesis. Las ventajas de seguir en el puesto hasta la muerte, y las ventajas de renunciar a los 75 años.

En la sección de comentarios, he escuchado buenas aportaciones. Esta vez me gustaría ver cuál es vuestra opinión. Desde luego un obispo nuevo es un nuevo comienzo que llena de entusiasmo a todos. Y también es cierto que algunas personas a los 75 años van perdiendo ganas de emprender nuevas iniciativas.

Por un lado, me gusta la idea de que un obispo sea como una roca inamovible que se quede toda la vida. Pero, por otra, veo las ventajas de la aportación que supone un cambio episcopal.

Por un lado, una visión patriarcal veterotestamentaria de la iglesia como familia, con autoridades que no expiran hasta la muerte. Por otro lado, una cierta cesión razonable en pro fe de la funcionalidad; lo cual significa cambios y jubilación.