Si os fijáis, “nuevo orden” es una expresión que no
uso nunca. La razón es que, aunque ya se ha implantado una nueva ideología en
nuestras sociedades del siglo XXI, no así un nuevo orden internacional. La nueva
ideología que impone sus tesis, restringe la libertad y lleva a los tribunales
es una hecho consolidado. Pero una cosa es la ideología; y otra, el orden
social. Ciertamente esta nueva dictadura de las ideas conllevará una dictadura
social. Pero ese nuevo orden todavía no se ha implantado. Sin duda, llegará, pero
el orden actual es el antiguo, aunque con una nueva mentalidad.
Cuando, entre la élite, triunfaron las ideas de la
Ilustración, se tardó todavía tiempo en que eso se cristalizara en un nuevo
orden social. En la época de Voltaire, todavía existía el antiguo orden. Lo
mismo pasa ahora. No dudo de que ese orden llegará, pero ahora mismo no se puede
hablar de que vivimos en un nuevo orden mundial.
Todos sabemos que la nueva dictadura que se implantará
en las democracias occidentales se hará en nombre del antifascismo, siempre
tendrá en su boca las palabras “respeto” y “tolerancia”. Se enviará a prisión
en nombre de la libertad.