Ayer y hoy
he leído unos textos de Rahner y otro de Von Balthasar. Estoy seguro de que el
traductor del alemán no entendía lo que leía y si el pensamiento de ambos ya de
por sí es complicado, mucho más lo es si el traductor no entiende lo que está
traduciendo. Yo ya había oído esta misma crítica de algún profesor de teología,
hoy he padecido a los traductores.
Conociendo, de primera mano, cómo trabajan
no pocas editoriales no es de extrañar. La gente piensa que los textos son
revisados por varios correctores. La mayoría de las obras no son revisadas ni
un por un solo lector antes de su publicación. Lo gracioso es que algunas
frases no tenían sentido en español. Había que adivinar cuál era la intención
del autor.
Pongo un ejemplo
de Von Balthasar. Me he limitado a copiar y pegar:
Después de haber hecho esta rápida
composición de
un mensaje más prepascual y otro más
postpascual, podemos
decir, resumiendo, a) que los
aspectos en los que
supera lo prepascual no puedan ser integrados en un sistema
junto con aquéllos en los que supera
lo postpascual, y
b) que el miedo exigido por los
primeros textos ante la
posible condena no ha sido superado en
manera alguna
por un conocimiento sobre el
resultado del juicio.
Obsérvese
que la primera frase subordinada —marcada por el “a)”—no tiene correlación
temporal. Y en la segunda frase hay que ir adivinando a qué se refiere. Se entiende,
pero hay que ir suponiendo.
Es cierto
que Rahner y Balthasar son muy profundos. Pero es que el modo en que escriben
no ayuda nada. No son nada claros. Se podría haber dicho lo mismo en sus obras sin
esas complicaciones que no son de su pensamiento, sino de su expresión.
Ambos
hubieran necesitado un colaborador que les indicara que se puede decir lo mismo
de forma más transparente. Yo tengo un corrector (más bien diría
"colaborador"), argentino, y se lo agradezco al Señor. No voy a decir
que se lo agradezco cada día, pero es un tesoro.
La claridad de expresión es signo de claridad de pensamiento.
Post Data: Me gustaría decir que las aguas de la teología están más tranquilas que las vaticanas. Pero ni una ni otra han estado realmente tranquilas nunca.
Me comentan en Telefónica que ayer no hubo ni un cardenal del planeta Tierra que no llamara a otro purpurado para preguntarle: "¿Has leído las noticias?".
Yo quiero y respeto a los tres. Lo digo totalmente en serio. Lo de ayer fue como han dicho todos los involucrados: un malentendido. Si preguntáis al papa sobre el tema, seguro que dice: "Fue un malentendido".
Yo quiero y respeto a los tres. Lo digo totalmente en serio. Lo de ayer fue como han dicho todos los involucrados: un malentendido. Si preguntáis al papa sobre el tema, seguro que dice: "Fue un malentendido".
Eso sí la próxima vez que a mí alguien me pida una colaboración para un libro sobre el demonio, le voy a responder: "¡¡NEIN!!