El caso es que el sueño que comentaba ayer se cumplió.
Una vez hablé en este blog de la ilusión que me hicieron esos comics en mi
infancia. Y un amabilísimo señor me envió en un CD toda la colección. ¡No me lo
podía creer! Cuánto se lo agradecí.
Lo hice en su momento, pero me gustaría (si tuviera su
email) volver a hacerlo. Quizá haya sido el regalo que más he agradecido en
toda mi vida. Nada me ha hecho tanta ilusión como poder leer una colección
entera cuyos títulos conocía y con los que soñaba en mi infancia. Me acuerdo
cómo recorría la lista de títulos y me preguntaba a mis cinco añitos de qué
tratarían esas aventuras.
Una vez más, gracias al que me envió ese CD. Y lo curioso es que el sueño se cumplió. La portada que pongo hoy es el número que más me gustó de toda la colección. Solía leer estos comics mientras merendaba. Un plato de fruta cortada y un trozo de pan con algo como Nocilla o algo similar.