jueves, octubre 14, 2021

Ya me parezco al abuelo de la Familia Cebolleta

 

Bueno, ya que he hecho un recorrido tan detallado, voy a hacer algunas añadiduras para completar todo. De niño nunca me gustaron los cuentos troquelados. Sus historias sobre Pulgarcito, los Tres Cerditos o Blancanieves no suscitaban en mí ningún interés. Incluso sus dibujos me dejaban indiferente.

Conocí la época en que se vendía el TBO y el menos conocido DDT. Pero incluso a mis seis años esos tebeos me parecían muy anticuados y primitivos. Nunca me aficioné a ellos, aunque si caían en mis manos, por supuesto, no dejaba de leerlos desde la primera página a la última.

A mis doce años sí que me gustaban los tebeos de Los Pitufos, mi favorito fue Su Pitufísima. Tuve dos números dedicados enteramente a Trece Rue del Percebe. Los españoles de mi edad sabrán qué eran aquellas sorprendentes viñetas. También tuve un número dedicado a la Familia Cebolleta. Por supuesto que pasaron por mis manos muchos más comics de los cuales solo mencionaré unos pocos: la serie de Mazinger Z, la serie de Pulgarcito, la Guerra de las Galaxias, Carpanta y otros.

En esa época había comics para chicas. Hojeé los de mis primas, pero aquello era soporífero. No sé ahora, pero en mi juventud a las chicas no les gustaban los comics, era algo solo de chicos, como los videojuegos; no sé si ahora es igual.