PUTIN:
En serio, dáselo al perro.
ELLA:
Vladimir, te estás volviendo paranoico. No noto nada raro. Aunque, lo
reconozco: ¡se han pasado con la canela!
PUTIN:
Te aseguro que este batido me sabe a polonio. Toby, ven aquí.
Por fin un lugar en la Red donde poder comunicarme diariamente con todos aquellos que no me quieren y con los que aún me guardan un cierto afecto.