miércoles, diciembre 04, 2019

Sí, santo padre, este es el blog del que le hablé



Cuando presenté mi trilogía sobre Dios, se me ocurrió revisitar mi Historia del mundo angélico. Cuando digo “revisitar”, me refiero a hojear ese libro. Me acordaba de esa obra en general, en sus grandes líneas, pero ya se me habían desdibujado los detalles y deseaba tener una visión de conjunto de los tres tomos.

Al final, no he hojeado esa obra, sino que la he leído entera puliendo sus frases. Un lector temeroso me pidió que no cambiara el contenido. No, no he cambiado el contenido, solo hay cambios formales sobre el mismo texto. Sí que he añadido una página o dos, justo al final del libro, al hablar de la historia humana en relación a la de los ángeles.

Debo confesaros algo. Cuando publiqué, en el año 2012, en Brasil, este título, me pareció el mejor libro que yo había escrito. Y era así. Pero, han bastado siete años, para que me parezca una obra muy inferior a la segunda parte, Las corrientes que riegan los cielos. No veo ningún error en sus páginas. Pero, esta vez, siete años han supuesto un verdadero cambio en mi forma de escribir acerca del mismo tema.

Del mismo modo, veo otro salto cualitativo entre el II tomo y el III de la trilogía sobre Dios. No me gusta echar piedras sobre mi propio tejado. Pero, como os lo digo todo, no dejo de comentaros esto. Tampoco estoy a un paso de pedir, como el Aquinate, una antorcha para quemar todos mis pdf. Todos sabemos que los pdf arden muy mal.

Sin embargo, os aseguro que había mucho más orgullo en mí hace diecinueve años, cuando publiqué mi primer libro, que ahora. Que la vida es una escuela de humildad es algo que he comprobado.