martes, diciembre 17, 2019

Tenía estas pinturas guardadas que hoy os comparto.


Cuando estaba escribiendo Obispo reinante, recopilé varias pinturas acerca de cómo se visualizaba la conjunción del coro de los canónigos y el altar mayor. Había leído varios artículos. Pero me apetecía ver lo leído.

La primera pintura tiene el coro situado en el lugar habitual en las catedrales francesas. Es una pintura formidable que podéis ampliar:


La siguiente pintura, evidentemente, no es de un templo francés, sino italiano. Pero es una obra magnífica. Fijaos como ayuda la iluminación a recogerse en la oración. En la primera pintura, eso no queda facilitado.


En este dibujo, en blanco y negro, vemos cómo era el presbiterio en la Catedral de Notre Dame. Muy similar al presbiterio de Canterbury salvo por la añadidura de la cátedra y el sepulcro de santo Tomás. De nuevo, la catedral gótica aparece como un espacio compartimentado. Algo que le hacía ganar mucho misterio al que lo recorría.


Esta pintura muestra la catedral como lugar para recorrerlo, como un bosque de columnas que invita a internarse en él. 


Esto mismo se observa en la última pintura. La catedral de Obispo reinante la imaginé como estas dos últimas pinturas, solo que a una escala mucho más pequeña. Pero con ese esquema de espacio cuajado de recovecos.