jueves, mayo 12, 2022

Desgraciadamente, Bukeles hay muchos

 

Llevo días con esto en la mente y si no lo digo voy a estallar. En España hay sectores enteros de la industria que están marchitándose a causa del precio de los hidrocarburos. Esto se presenta como algo inevitable. Es cierto que los precios del producto en origen han subido muchísimo, pero sí que se pueden tomar medidas. Iba aquí a desgranar algunas de ellas, pero os ahorro un post con cuestiones técnicas que van desde el método de subasta de la energía eléctrica a la fiscalidad. Un 30% de encarecimiento del precio final, un 10%, suponen la diferencia entre mantener la competitividad o no de una empresa, entre seguir funcionando de un modo normal con beneficios, o tener que cerrar con pérdidas y añadir más parados al país.

Medidas de ese tipo se pueden tomar y otros países las han tomado. La subida del precio en origen ha sido la misma para todos (afirmación que requiere matices), pero la inflación ha sido totalmente desigual según los países, lo mismo el daño para la industria.

Lo triste es que con tanto paro, con unos resultados malos tan impresionantes, el gobierno sigue encogiéndose de hombros como si eso no fuera con ellos. Todos los economistas son unánimes está claro lo que debería hacerse, ¿por qué no se hace? Así es la política.

Incluso hay decisivas medidas que no tendrían ningún coste político, ¿por qué no se toman? Ese es el problema, los gobernantes están “en otras cosas”. Mientras tanto paro y pobreza. Miles y miles de dramas personales y familiares.

Un último apunte. Lo de Bukele y su locura del bitcoin estaba anunciado, asistimos a la crónica de un desastre totalmente inevitable. La única cuestión es si iba a ser más pronto o más tarde. Las majaderías de su presidente se pueden cuantificar en dinero, en dinero literalmente tirado a la alcantarilla del mercado especulativo. Decenas de miles de millones de dólares de los que los pobres salvadoreños no verán ningún beneficio para sus pobres vidas.