domingo, mayo 22, 2022

En verano, en Castilla, el verano aprieta y a veces llega en mayo




Agradezco a Pablo Cuenca el título que me ha propuesto. Me hubiera gustado dar ya mi opinión al agradecerlo, pero acabo de comer y con este calor... voy a descansar ahora con alguna llamada a algún amigo. Una de esas llamadas para charlar y descansar.

Quiero agradecer a mi querido corrector que me recordó en mayo el verano pasado había tomado la decisión de poner aire acondicionado en el salón de mi casa y poner uno que funcione en mi dormitorio. Otro año más me dio una pereza grandísima y le dije que iba a dejar pasar otro año. Pero, al final, me he dado cuenta de que tanto calor influye en que trabajo menos por más esfuerzo que haga y en que duermo peor.

He acabado de ver una serie inglesa, presentada por Monty Don, acerca de los jardines de Estados Unidos. Resulta un poco aburrida, ¡todo el tiempo jardinería!, pero reconozco que se aprende. Ahora estoy viendo un documental acerca de los frescos arrancados de las paredes de las iglesias de España.

Llevo varios días que el primer plato siempre es tres o cuatro fresas maduras, una ciruela negra blanda, bien machacada con yogur, canela y un poco de ralladura de chocolate. Qué delicia. No me canso y no tiene ni un gramo de azúcar: el chocolate (poquísimo) es sin azúcar. En realidad, no uso yogurt, sino kéfir que me hago yo mismo. Tiene un sabor más ácido que complementa la dulzura de la fruta.

Cuando aquí se ablanda el asfalto del calor, no hay nada tan refrescante como ver un par de minutos de este vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=K19nXdMgOlo

Con mi nuevo aparato de aire acondicionado, quiero sentirme así, como en el vídeo.