Aunque soy muy reticente
a hablar de mi vida espiritual, os puedo asegurar que mi mayor fuente de
alegría espiritual es la celebración del Santo Sacrificio. Cada rito, cada
oración, cada pequeña ceremonia me produce gozo espiritual.
Además, soy de los
sacerdotes que tengo la inmensa suerte de poder celebrar algunos días a la
semana (cuando no tengo hospital) como lo hacía el padre Pío: con la presencia
solo de un par de fieles, de espaldas a ellos, recitando las plegarias en voz
baja, pudiéndome detener cada vez que lo deseo para meditar. Suele durar hora y
media. Hora y media de devoción, en cuyo centro está la Presencia; y a la que seguirá
la comunión.
Cada antífona, cada
bendición, cada oración secreta, todo, conduce hacia la Presencia, hacia la
transubstanciación. Después, las ceremonias nos llevan hacia la comunión,
seguida de una larga acción de gracias con los ojos cerrados, en medio del más
absoluto silencio.
Durante el confinamiento
por la pandemia, pedí permiso para celebrar en mi casa:
https://www.youtube.com/watch?v=FFhiTQBaemM&t=909s
Nunca he celebrado en mi piso,
salvo un par de meses durante aquel riguroso confinamiento.
Que conste que me causa
mucho gozo espiritual celebrar para una comunidad, pero me concentro mucho más
en este otro tipo de celebración de la misa.
Para los sacerdotes y los
laicos escribí mi libro Las aguas vivas que borbotean en las que explico
de un modo espiritual cada rito de la misa. Se puede descargar en Biblioteca Forteniana.
Cuando acabó el
confinamiento, hasta que se restablecieron las misas en el hospital, algunas
veces celebré en una parroquia:
https://www.youtube.com/watch?v=yxk_8ZN8KCI&t=2416s
En fin, aunque en el blog
conocéis mi lado más informal, mis momentos de ocio, lo que como o la última
película que he visto, también esta otra faceta forma parte de mi vida. Y,
aunque hable poco de ella, la santa misa es lo más grande de mi existencia.
Nadie es suficientemente santo para celebrar algo tan divino, tan celestial. Solo el sacramento de la confesión nos ofrece paz para acercarnos al altar. Ya habréis observado por el segundo vídeo que me gusta celebrar de frente a un cuadro que representa el rostro de Jesús, un rostro que me mira con sus ojos, directamente.
No sé por qué tenía entendido que de espaldas no se podía.
ResponderEliminarMe encantaría ir a una de sus misas de poca gente.
Muchas gracias por contarnos, Padre.
ResponderEliminarEncuentro tan natural que el cura y todos los fieles miremos para el mismo lado. El cura nos conduce a Dios. Pretender que el cure nos mire es como pretender que un chofer de colectivo mire a la gente que viaja, no! Tiene que mirar para el camino.
Hasta me parece que seria mas edificante mirar para el mismo lado que el cura, a los laicos nos ayudaría a darnos cuenta que tenemos que mirar a Dios, no a los hombres.
No necesitamos estar mirando todo el tiempo lo que hace el cura, con escuchar las oraciones y responder es suficiente.
Salud!!
Jamás he estado en una misa así (como la del vídeo). Sería muy edificante. Comparo esa misa con las de la parroquia y estas me parecen más bien una bulla de mercado. Alrededor ocurren tantas cosas que producen distracción. Aclarando que el problema no es el número de personas, sino su comportamiento inadecuado. Luego viene el problema del audio y de iluminación: terrible. Por ejemplo, cuento cerca de casa una parroquia, pero no voy ahí porque el sonido es muy malo, no se le entiende nada a los lectores ni al sacerdote. Así que tengo que ir a una parroquia más lejos.
ResponderEliminarEs comprensible en la vida de un sacerdote que el momento más intenso y sublime de la jornada, sea la celebración de la Eucaristía
ResponderEliminarAlguna vez alcanzaremos si quiera a contemplar lo divino como es, me refiero a su totalidad.
ResponderEliminarSupongo que nuestros cuerpos no están hechos para ello, por eso en esos destellos de espiritualidad durante la misa y sabiendo apreciarlos contemplamos como dicen muchos ese reflejo.
Ah quién sabe cómo será en realidad, quiénes dicen haber visto, pues han también señalado que no hay palabras para describir lo que les han aproximado.
Gracias Padre Fortea por compartir también está faceta. Veré de nuevo esos vídeos de la misa.
Un fuerte abrazo.
Sepa que lo quiero mucho, sé que se nota, pero en caso de que acá algo suceda fuerte, entre los terremotos y el volcán, es mejor dejar en claro todos los afectos.
💕
Pues mi vida espiritual va como en montaña rusa. Unas veces mal y otras veces peor. ... La oración no es lo mío.
ResponderEliminar"orden de misa sin una congregación" , llenate de gozo ,Summorum Pontificum, "Masas celebradas sin el pueblo" es más bien un acto de Cristo y de la Iglesia .
ResponderEliminarLa transubstanciación,El dogma de la Transubstanciación fue decretado por el Papa Inocencio III, en el año 1215 A. D.
Nos enseña la santa fe católica que Nuestro Señor Jesucristo está verdadera, real y sustancialmente presente, en el Santísimo Sacramento del altar.
Dice san Agustín: "Lo que veis, queridos hermanos, en la mesa del Señor es pan y vino, pero este pan y este vino, al añadírseles la palabra, se convierten en cuerpo y sangre de Cristo. Si quitas la palabra, es pan y vino; añades la palabra, y ya son otra cosa. Y esta otra cosa es el cuerpo y la sangre de Cristo. Quita la palabra, y es pan y vino; añade la palabra, y se hace sacramento. A todo esto decís: ¡Amén! Decir amén es suscribirlo. Amén significa que es es verdadero" (Sermón 6,3).
1412 Los signos esenciales del sacramento eucarístico son pan de trigo y vino de vid, sobre los cuales es invocada la bendición del Espíritu Santo y el presbítero pronuncia las palabras de la consagración dichas por Jesús en la última cena: "Esto es mi Cuerpo entregado por vosotros...Este es el cáliz de mi Sangre..."
1413 Por la consagración se realiza la transubstanciación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad (cf Cc. de Trento: DS 1640; 1651).
1376 El Concilio de Trento resume la fe católica cuando afirma: "Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de nuevo el Santo Concilio: por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la substancia del vino en la substancia de su sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación" (DS 1642).
No tiene necesidad de expresar con palabras su amor a celebrar el máximo y Santo Sacrificio. Los hechos hablan y esos videos suyos celebrando Misa en confinamiento dijeron más que todas las palabras que usted pueda decir al respecto.
ResponderEliminarA veces pienso que por qué no pensé en meterme en un seminario para estudiar para un sacerdocio.Esta vida no me llena de gozo como lo espiritual pero ya es demasiado tarde para lamentarme.Rezo a Dios por escucharle a usted Padre Fortea.Muchas gracias y que Dios le bendiga.
ResponderEliminarNunca es tarde si la dicha es buena
EliminarCon 56 años que tengo y los pecados que llevo a mis espaldas ya es demasiado tarde amigo.Gracias por su consejo pero a veces la vida se nos tuerce sin quererlo.
EliminarHay otras maneras de servir a la Iglesia desde el laicado.Tal vez,Dios te llama por ese camino
EliminarSeguiré sus consejos.Muchas gracias.
EliminarJoe Biden promete legalizar el aborto hasta el nacimiento en todo el país si los demócratas mantienen el Congreso
ResponderEliminarBiden promete obligar a los estados a legalizar el aborto en cualquier etapa de la gestación si los demócratas ganan dos escaños más en el Senado de Estados Unidos en noviembre.
https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=44475
Nicaragua y la nueva salida de religiosas que vuelve a generar indignación
ResponderEliminarTras la expulsión a de las Misioneras de la Caridad de parte del régimen encabezado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes ahora tuvieron que dejar Nicaragua fueron las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
https://bit.ly/3xSa05k
Lo que dice en la Misa se oye muy bajo, pero pues normal por haberla hecho solo.
ResponderEliminarEn casa hay un cuadro de Jesús, pero casi no me gusta mirarlo porque tiene un rostro muy serio. Y tras de que muchas veces tengo la sensación de que Dios está molesto conmigo, me siento más incómodo al mirar ese cuadro. Es este:
Jesús de la misericordia
Más bien me gusta imaginarlo como en el huerto de los olivos porque me consuela el hecho de saber que Él soportó claramente una agonía mucho mayor de la que me viene por mi adicción. Y además la agonía me recuerda que Jesús dijo que hay que orar mucho, especialmente en la tentación y el sufrimiento, y Él mismo puso ejemplo.
Me gusta esta imagen. Y en mi mente le añado el sudor de sangre.
La agonía
Los puentes son las alas de Dios
ResponderEliminar—Hace tiempo, mi difunto padre oyó contar al jeque Dedija una historia que a su vez me contó cuando yo era niño: por qué hay puentes en el mundo y cómo surgió el primero. Cuando Alá, alabado sea su nombre, creó el universo, la tierra era plana y lisa como el más hermoso azafate labrado. Esto molestaba a Satanás, que envidiaba al hombre ese regalo divino. Y mientras la tierra seguía siendo como la mano de Dios la había hecho, húmeda y blanda como arcilla sin cocer, él se aproximó a hurtadillas y con las uñas le arañó el rostro tan hondamente como pudo. Así, según la historia, nacieron los ríos profundos y los precipicios que separan un extremo de otro, y separan a los hombres y les obstaculizan los viajes por la tierra que Dios les dio como un vergel para su alimento y manutención. Alá se entristeció al ver lo que el Maligno había hecho, pero como no podía retomar la obra propia después de que Satanás la hubiera profanado con su mano, envió a sus ángeles para que ayudaran y aliviaran a los hombres. Cuando los ángeles vieron que los pobres humanos no podían atravesar aquellos abismos y simas ni terminar sus tareas, sino que se atormentaban y en vano miraban y gritaban de una orilla a otra, extendieron en esos puntos las alas y la gente empezó a cruzar sobre ellas. Así los hombres aprendieron de los ángeles de Dios cómo se construye un puente. Y por eso, después de las fuentes, que es la mejor de las obras beneficiosas, la siguiente son los puentes, y el mayor pecado es tocarlos, porque cada uno de ellos, desde la pasarela de un arroyo de montaña hasta esta construcción de Mehmed Bajá, tiene su propio ángel que lo cuida y mantiene mientras Dios así lo decida.
Ivo Andrić (Premio Nobel de literatura en 1961)
Un puente sobre el Drina
Este texto ha sido citado por el papa Francisco en una entrevista con Jordi Évole el 31-03-2019, recalcando que los muros separan y los puentes unen. La pregunta de Jordi Évole era sobre el muro que estaba tratando de construir Donald Trump para impedir el paso de los inmigrantes mexicanos, aunque Francisco evitó meterse en política e hizo un bello relato comparando los puentes con los muros.
El puente sobre el Drina
ResponderEliminarLa ciudad de Visegrad (Bosnia), situada a orillas del río Drina, tuvo un momento de esplendor en la Edad Media por construir un puente de tránsito entre el mundo cristiano y el islámico. Esta novela recoge la historia de esa comunidad plural y conflictiva, tomando como pretexto narrativo el gran puente de piedra que cruza el río, lugar de encuentro y paseo para sus habitantes. La larga crónica abarca desde el siglo XVI hasta principios del XX, y nos da cuenta de las tensiones y enfrentamientos que se suceden y heredan de generación en generación. Suma de pequeñas historias particulares que constituyen la historia de una comunidad de comunidades, la antigua Yugoslavia, esta narración explica las raíces del odio y la violencia de la eterna comunidad imposible.
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ResponderEliminarOjalá y todos los sacerdotes tuvieran ese fervor que usted expresa por la misa...
ResponderEliminarVoy a ver los vídeos de sus misas a solas, de entrada se ven místicas y hermosas... siempre me ha dado curiosidad cuando habla de ello.
ResponderEliminarPadre, algún día todos los que seguimos su blog, celebraremos la santa misa oficiada por usted. Así tenga que ser en la nueva Jerusalén, pero así será.
ResponderEliminarComo debe ser, usted de espalda hacia nosotros.
Amén.🙏
EliminarPadre Fortea, me trae a la memoria el momento que supe de Usted y lo confiable de su conocimiento y fervor por Dios y su doctrina depurada por el Espíritu Santo...
ResponderEliminarBendiciones en su vida, ministerio sacerdotal y obra evangelizadora, gracias.
✝️💒🙏🇨🇴
No se que sentirá un sacerdote a la hora de celebrar la misa pero debe ser una pasada, más cuando se hace con fervor, se que más de uno no lo tiene, si ese sacerdote que no entiende y se lo toma como un simple trabajo supiera que gran honor y responsabilidad que lleva a las espaldas y lo más importante, lo que pasa, lloraría como decía el Padre Pío.... yo solo puedo ir dos veces por semana, con el único que hablo y antes de entrar al templo es con el pobre hombre que está en la puerta, suelo llevarle el almuerzo... una vez dentro pongo el móvil en silencio y desconecto del mundo exterior... no se porque, pero una vez recibo la comunión me siento frente a la dolorosa a rezarle mientras consumo la sagrada eucaristía, creo que el párroco debe pensar que estoy loca 😂🤣😂🤣 si él supiera... que pena que ya no esté Benjamin...
ResponderEliminarYA ESTAMOS EN OTOÑO
ResponderEliminarEn 2022, el solsticio de otoño y el comienzo de la estación cae el viernes 23 de septiembre, un día más tarde que en 2021, que cayó en 22 de septiembre. La entrada del otoño puede ocurrir en cualquier fecha entre el 21 y el 24 del mes, aunque el 22 de septiembre es cuando más suele ocurrir.
Qué riqueza es nuestra Iglesia, y haber dejado Jesús nuestros sacerdotes y un sacerdote que comparta con nosotros su ferviente Vida Espiritual. Es como tener un libro abierto en su vida compartida en este blog, y una exigencia para uno de ser santo.
ResponderEliminarDios le pague por tanto y gracias a Dios por su Vida.
Qué bonito su mención al Padre Pío y du experiencia al celebrar la Santa Eucaristía. Ese llamado a que experimentemos ese momento como el principal de nuestra Vida, trataré de
ResponderEliminarrecordarlo. Y cerrar mis ojos en intimidad con Jesús al Comulgar.
Un saludo, querido padre Fortea, y muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarPadre Fortea, que afortunados son los feligreses que lo acompañan, Dios nos de a todos una de esas experiencias de entrega total a Dios.
ResponderEliminarMagnífico, padre Fortea, que gran Don le concede el Señor, muchas gracias por compartirlo con nosotros.
ResponderEliminarPadre Fortea como me gustaria poder ser uno de esos feligreses q lo acompañan.
ResponderEliminarPrecioso post. Muy bonito y enriquecedor.
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ResponderEliminarSuena muy bonito, Padre... como todo lo íntimo... y a mi como fiel también me ha deleitado lo que más una Eucaristía así -- el alter Christus, yo y poco más... pero me pregunto: ¿es lo más cristiano?
ResponderEliminarPorque... el auténtico espíritu de la liturgia, ¿no ha de ser comunitario? Lo cual quiere decir que un corazón litúrgico, en sintonía con el Padre y su designio, preferirá la celebración eucarística comunitaria a la privada. ¿No es así, Padre?
En la constitución sobre la Sagrada Liturgia (Sacrosanctum Concilium) leo:
"los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprenderlas fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y COMUNITARIA" (nº 21).
"índole de la liturgia como acción jerárquica y COMUNITARIA: Siempre que los ritos, cada cual según su naturaleza propia, admitan una CELEBRACIÓN COMUNITARIA, con asistencia y participación activa de los fieles, incúlquese que HAY QUE PREFERIRLA, en cuanto sea posible, A UNA CELEBRACIÓN INDIVIDUAL y casi privada. Esto vale, sobre todo, para la celebración de la Misa, quedando siempre a salvo la naturaleza pública y social de toda Misa, y para la administración de los Sacramentos" (nº 27).
"Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia, que es "sacramento de unidad", es decir, pueblo santo congregado" (nº 26).
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"que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Juan 17, 21).