jueves, junio 01, 2023

Las revisiones, ese fastidioso (pero inevitable) camino en la construcción de un libro


Hoy me he encontrado con una anotación del tiempo en que me encontraba escribiendo mi novela sobre Egipto. En la primera redacción, había situado los hechos en verano. Después me doy cuenta de que, en el texto del Éxodo, al describir la plaga del granizo, se habla de la recolección de la cebada y el trigo. Cambio las fechas.

Después las vuelvo a cambiar para que la salida del pueblo elegido ocurra en la fecha de Pascua. Se me había pasado ese “pequeño” detalle.

Después me percato de que es mejor que la salida ocurra cuando es más frecuente que caiga la fecha de Pascua y no en uno de los extremos de esa oscilación.

Por último, en la última revisión, me doy cuenta de que si los hechos comienzan a finales de enero el faraón no puede nadar en el Nilo en esas fechas, como había colocado en la primera redacción. No solo eso, también hay que cambiar las vestiduras en muchos pasajes para adaptarlas a una época más fría.

Finalmente, decido que todo el ciclo de las plagas, en vez de durar 70 días (así era en mi primera redacción), podrían durar 40 días.