Como este blog es seguido por no
pocos sacerdotes, quiero dar un consejo sobre el modo de dar la comunión. Que
conste que es un consejo con el que uno puede o no estar de acuerdo, pues se
trata de algo muy opinable.
Normalmente los sacerdotes no suelen
dar la comunión como aparece en la foto, sino que la suelen dar con la palma de
la mano mirando hacia arriba, en ese caso el pulgar también está en la parte
superior y el índice debajo. En la foto se muestra el modo contrario a esa posición:
es decir, con la palma hacia abajo.
Cuando se da la comunión con la
palma hacia arriba resulta muy difícil que alguna vez el dedo pulgar o el
índice no toquen los labios del que recibe la comunión.
Yo aconsejo siempre dar la comunión
como aparece en la foto, es decir, con la palma mirando hacia abajo. Dando la
comunión de esta manera, se hace casi imposible que los dedos toquen la boca
del que recibe el sacramento.
Son muchos los laicos que no se
atreven a advertir a su anciano párroco cuando con los años le puede fallar el
pulso o la vista. Es lógico sentir vergüenza al ir a advertir acerca de un
detalle de este tipo a un anciano que por la edad comienza a administrar la
comunión de un modo un poco deficiente. Un modo de advertirles esto es que les
reenvíen este post a sus párrocos si conocen sus correos electrónicos. Quizá
acojan el consejo.
Post Data: Mirad las fotos y veréis que el papa Juan Pablo II y el papa Francisco siempre daba y da la comunión del modo que yo he recomendado. El papa Benedicto XVI, sin embargo, no.