sábado, diciembre 17, 2022

Hoy es el cumpleaños del papa


Al papa Juan Pablo II le encantaba hacer ejercicio. Sin embargo, murió a los 84 años. Al papa Francisco se le nota que lo de hacer deporte no es lo suyo. Y, sin embargo, hoy ha cumplido 86 años. Y con la dieta estoy convencido de que el papa polaco era riguroso y papa argentino es como yo, que no sabe decir no a un ofrecimiento gastronómico hecho con cariño.

La conclusión que saco es que hay que cuidar la salud. Pero que no por volverse estrictísimo en todo, sin dejar pasar ni una, uno va a vivir muchos más años.

Juan XXIII, otro nulo deportista, llegó a los ochenta y un años de edad. Y tenía toda la pinta de que le gustaba la pasta. Mientras que Pablo VI que tenía la pinta de solo alimentarse se sopa de sobre no solo vivió más, sino un año menos.

El que parece tener una genética fantástica es el papa Benedicto, 95 años. Aunque pasados los 90 años, lo más usual es que la vida sea un apacible dormitar.

A mí me gustaría tener noventa años y recibir en mi mecedora a los que vengan a visitarme, a charlar un poco, a preguntarme cosas. Me imagino que con una manta sobre mis piernas, acariciando un gato en mi regazo, con una taza de té en la mesilla de al lado, mientras me preguntan:

—¿Y ahora qué está escribiendo?

—Ay, mi cabeza ya no está tan lista como antes. Me cuesta mucho. Pierdo el hilo. Tengo que releer para saber de qué estoy escribiendo. No, ya no estoy como antes.

—Tome.

—¿Pero qué es esto?

—Un libro. El nuevo que ha salido del cardenal Popovsky.

—Gracias, gracias –mientras pienso: “Menudo rollo”.

—Yo también le he traído algo

—¿Y que es?

—Nada, un detalle.  Unos bombones.

—Pero si no puedo comerlos –hago esta afirmación mientras pienso, trataré de comerlos todos en no menos de tres días.

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--Ahora en serio: ¿qué está escribiendo?

--Estoy con la vigesimo tercera parte de "Las leyes del infierno".