Voy a continuar aquello de lo que hablé en el final
del post de ayer. Post motivado por un comentarista que me escribió:
Padre Fortea. Ojalá
pudiera, y le agradezco de antemano pudiera por favor escribir otro post al
simbolismo del altar versus populum.
La misa es sacrificio,
pero también es banquete pascual.
La misa puede ser
entendida como la cena de sabbat de una
familia (en este caso espiritual) en torno a una mesa.
El altar como la mesa de la
Última Cena. Jesús celebró los ritos con los
apóstoles en torno a la mesa, no detrás de Él.
La misa al principio, durante siglos, se celebró de cara al pueblo. Eso
está refrendado por multitud de pruebas.
Poder ver el rostro del
sacerdote es poder no solo escuchar sus oraciones, sino también ver el rostro del buen pastor.
El rostro de un virtuoso sacerdote
se convierte en un icono de santidad. Cierto
que se le puede mirar fuera de la misa, pero observarlo en el momento de la
adoración es poder hacerlo en el momento más sagrado: cuando ora al Padre,
cuando comulga, cuando toca el Misterio Eucarístico.
Yo creo que lo mejor es que
coexistan las dos formas: hacia el pueblo y de espaldas al pueblo. Cada una
tiene su propio simbolismo, las dos son formas buenas. Y es natural que a uno
le guste más de una manera y a otra persona le guste más de otra. Pero la
celebración cara al pueblo es un modo completamente legítimo y avalado por la
tradición, y sobre todo por los orígenes.
Creo que los orígenes son los que deben de marcar la pauta,aunque no me opongo a ningún estilo de misa
ResponderEliminarEstoy de acuerdo... lo importante es el sacrificio y no la posición en la que se coloque el sacerdote.
ResponderEliminarDe los altares cuyas fotografías se han colocado en los post, éste es el más bello.
A cómo están las cosas, cualquier propuesta de reforma litúrgica resultaría inconveniente. Lo mejor es aplicar al pie de la letra toda la liturgia, realizar todo lo mejor posible y repasar la "Redemptionis Sacramentum".
Lo ideal sería eso padre. Pero, por lo que hay actualmente parece ser que algunos han instrumentalizado la Misa Tridentina para crear más división de la que ya hay en detrimento de los que genuinamente celebran así o asisten a ella por amor y por qué les crea más devoción. Lamentablemente.
ResponderEliminarEste altar tiene el segundo lugar!
ResponderEliminarAdemás, es como lo hizo Jesucristo. Q más queremos?
ResponderEliminarPienso igual que el Padre, no entiendo a quienes piensan diferente y quieren abolir una de las dos.
ResponderEliminarLes dejo este link de la primer sinfonía de Mahler. Ese final con frecuencia me conmueve hasta las lagrimas, siempre me hace pensar en Dios y su impensable Bondad y Majestad. https://www.youtube.com/watch?v=lurl-klLJWo
ResponderEliminarUna Santa Misa de cara al pueblo, donde el protagonista no deje de ser Cristo, y no el sacerdote y su humanidad impactante, elocuente, o desaliñada, que a veces distrae en vez de ayudar en la piedad de los fieles.
ResponderEliminarHe asistido a miles de misas con cientos de sacerdotes diferentes y nunca he sentido que sea distraído el sacerdote.
EliminarHe sentido, como hoy me sucedió, que me distraigo yo mismo. Se me ocurren ídeas, etcétera. Pero no porque el sacerdote me distraiga.
Lo que he encontrado es que las personas que leen las lecturas, no se acercan bien al micrófono. Eso si que distrae.
Me he dado cuenta que ponerle atención a cada una de las palabras que dice el sacerdote una por una como si fuera la última palabra que vas a escuchar, así como las de las lecturas y los salmos, te hace vivir la misa de una manera mucho más edificante.
Pero creo que en general está en uno, no en el sacerdote. Aunque bueno, tal vez tu has tenido muy malas experiencias.
La Eucaristía es también la celebración de la Comunidad, es la Comunidad quien celebra, y dentro de la Comunidad, sólo una persona celebra in persona Christi, y esta persona todos sabemos que es el sacerdote, desde este punto de vista, podría ser hasta un acto de no comunión que el sacerdote celebre de espaldas a la Comunidad de la que también él forma parte. Así pues, un aplauso al Concilio Vaticano II.
ResponderEliminarPara mis pesadíiiiisimos amigos que siempre se quejan de haber quitado el latín de las Eucaristías pasando a las lenguas vernáculas, diré a estos pesadísiiiiimos sólo una cosa:
ResponderEliminarDios no es más alabado ni mejor alabado en lengua latina que en lengua vernácula. Punto Uno. Además, queridos pesadísiiiimos, el latín no une más a la Iglesia que la legua vernácula. Noooooo!!
No vamos a ver, no confundir las patatas con la remolacha. La Iglesia universal no nos unimos más o menos en la legua sino en la liturgia. Anotad esto, si de verdad queréis uniros a la Iglesia universal, -pesados, pesadísimos-, olvidaros de la misa Tridentina, porque la Iglesia no se une por la misa tridentina, la Iglesia se une por alabanza a Dios y la alabanza a Dios no es ni de espaldas ni de cara al pueblo, ni en latín ni en lengua vernácula, la alabanza a Dios es a través de la Liturgia, -de la Liturgia Eucarística y de la Liturgia de las Horas.
Toda la Iglesia universal en todo el orbe nos unimos a Jesucristo, Santa María, todos los ángeles, y todos los santos en el cielo, para alabar y dar gloria al Padre a través del rezo de las Horas. Una buena praxis sería aprender, los que no sepan, a rezar las horas, y olvidarse ya de la trasnochada misa tridentina.
Recordarnos los dos hechos, el Sacrificio y la Cena Pascual, lo llena a uno de felicidad, qué Bendecidos nosotros los Católicos.
ResponderEliminar...Yo me imagino a Jesús en esa cena de Pascua, tanto, tanto Amor.
...Las dos formas de celebración fortale en nuestra Fé.
Deben de coexistir pero no es así. Al menos una de las misas celebradas al día debería de ser Ad Deum. También pueden coexistir dando culto ad orientem, pero en el momento de la consagración, versus populum. Porque allí se esta adorando de frente al cuerpo y la sangre de cristo.
ResponderEliminarLo de que sea oficiada en latín no hay necesidad. Se trata de comprender y sentir cada palabra, no de repetirla.
Sin animo de desdeñar al latín. Según el Padre amorth, el antiguo ritual de exorcismo redactado en latín era mas eficaz.
Estoy muy interesado en las pruebas que menciona, Pater. Lo de la Santa Misa coram Deo o coram populo es un punto que últimamente sale mucho a relucir entre catequistas y catecúmenos, por lo que le estaría muy agradecido si nos pudiera algunos enlaces que documenten lo que usted menciona: que al principio y durante muchos siglos el Santo Sacrificio tuvo lugar coram populo.
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