jueves, enero 30, 2020

Los dos papas, 2ª parte



La aportación de Juan Julio al tema del post de ayer fue inmensamente relevante. Muchas gracias. He seguido viendo la película en la cena y en el desayuno. Me he dado cuenta de que el esquema del escritor del guion ha sido presentar dos bandos enfrentados (Iglesia cerrada e Iglesia moderna) y, tras eso, ir mostrando puntos aspectos humanos, tratando de que el espectador se involucre con los personajes. El guion presenta un Benedicto cerrado y anquilosado ante el mundo actual, y después lo va redimiendo al mostrarlo como favorable a la elevación de Bergoglio al papado. La historia de la película es eso y solo eso. Muchas cosas narradas que únicamente conducen a eso.

Sinceramente, es una simplificación tanto de Benedicto como de Francisco. Incluso la mente del papa Francisco (la película está a favor de él, como si fuera un partido de fútbol), no está reflejada en las simplificaciones ofrecidas.

Es curioso, en 1989, en el seminario, pensaba que el cristianismo sería irrelevante en la sociedad secularizada del futuro. Pensaba que nadie se acordaría de nosotros. Ha resultado todo lo contrario. No hay día que no nos den un sermón a través de una película o una serie o un periódico. El cristianismo está más presente que nunca en los medios. Pero está presente para cambiarle la esencia. 

Esta sociedad nos exigirá que cambiemos el núcleo. Y lo hará en nombre de la libertad. Los dos papas es solo otro eslabón de la cadena. Su veneno está diluido, pero es veneno. Por muy dulcificado que esté, uno de sus ingredientes es veneno.