martes, junio 15, 2021

Pero, realmente, ¿qué es ir hacia delante?

 






Sé que muchas de las cosas que expliqué de Monclovia pudieron parecer totalmente fuera de onda con los tiempos actuales. Pero, en algunas ocasiones, las cosas son ahora como son porque alguien se empeñó en revivirlas, no porque hubiera una tradición. Hay cosas que parecen ancladas en la más antigua continuidad de los siglos y que, sin embargo, fueron reinventadas como un esfuerzo de la voluntad hace no tanto. En Israel se habla hebreo no porque así fuera hace dos siglos, por solo poner un ejemplo.

Cuál ha sido mi sorpresa al saber que, cuando llegó el momento de coronar a la reina Victoria de Gran Bretaña, hubo mucha discusión. Se planteó hacer una coronación más popular. Se planteó la cuestión, incluso, si debía haber coronación.

Había tan poca tradición de seguir unos pasos fijos en la coronación que fue una ceremonia poco organizada, con mucha improvisación y en la que la mayoría de los presentes no sabía lo que venía después. Muchos de los ritos que, hoy día, componen el actual ritual de coronación tuvieron que ser rescatados del olvido para ese momento gracias a los expertos.

Todo fue tan mal organizado que el servicio completo duró cinco horas y hubo muchos errores.

En fin, menciono esto también para la Iglesia. No tenemos prohibido revivir cualquier cosa del pasado. Pensar que, en lo estético, en lo ceremonial, hay que ir siempre hacia delante, nos puede hacer olvidar que ese “ir hacia delante” no significaba lo mismo para Pugin que para Pablo VI.