miércoles, junio 23, 2021

Y aún hay curas que se quejan del alzacuellos

 

Mi madre tiene menos edad que la reina de Inglaterra, pero os aseguro que en mi casa manda más que la monarca en el Reino Unido. Cada vez que se afinca en mi piso, siento mi soberanía nacional claramente mermada. La república personal de mi casa entra en una especie de situación constitucional de facto que solo lo puedo comparar al putinismo.

¿Quién manda en una casa? Sin duda el que ya de forma habitual coloca a su lado el mando de la televisión. Mi madre no solo no deja el cetro sino que no se levanta del trono (el sillón situado enfrente de la televisión) hasta que va a lavarse los dientes para acostarse.

El putinismo no solo controla lo que como, sino que también impone un régimen de escuchas telefónicas que nada tiene que envidiar al de Pekín; con interrogatorios incluidos si la escucha se ha considerado insuficiente.