jueves, octubre 06, 2022

Huyendo hacia delante

 

Estoy plenamente convencido de que el pulso putiniano va a desembocar en la fase cúspide de la que hablaba hace unos días. La duda es hasta qué fase llegaremos en ese momento de clímax. Mi opinión es que veremos en las noticias la fase 2 o la 3. Putin atacará alguna infraestructura esencial de la Unión Europea, algo que realmente nos haga mucho daño.

Es muy triste estar a unas semanas de descender un escalón en esa orgía de sufrimiento y destrucción, y saber que todo se podría evitar si ese nuevo Gadafi diera marcha atrás. Pero no, no puede retroceder; su psicología, su personalidad, se lo impiden. La marcha atrás resulta imposible una vez iniciada la espiral de la que él no puede escapar.

Dentro de unas semanas, todos diremos con lástima: “Todo se podía haber evitado”. Pero no, desde el momento en que firmó la anexión de esas cuatro regiones, dejó bien claro que se obligaba a sí mismo a elevar la apuesta a cada respuesta nuestra.

La pérdida de niveles de democracia será el resultado directo de la pobreza masiva que se implantará en la Unión Europea. Esos regímenes autoritarios serán el marco de la persecución cristiana generalizada en el siglo XXI. Fátima. En el fondo ya se nos dijo todo en Fátima. Todo hasta el comienzo de una nueva era de paz y religiosidad, de armonía con Dios y entre nosotros. Pero la etapa previa sería como un nuevo fascismo, solo que esta vez rabiosamente antifascista.