En las películas, se nos
despliega una larga variedad de triunfadores, de conquistadores, de héroes que
se sobreponen a las dificultades y acaban venciendo. Si algo he aprendido con
la vida es que todo triunfo es muy limitado en este mundo. Al gran estadista le
espera una vejez en la que nadie se acordará de él. Al gran artista que logró
la fama le seguirá una etapa de crecientes achaques, seguida de una etapa de
verdaderas enfermedades.
Todo triunfo es esta vida
es mucho más limitado de lo que creemos.
Cada vez siento más
simpatía por las personas que tuvieron grandes ilusiones en la juventud, pero a
las que la vida les defraudó. Por las personas que buscan triunfar en la
vida siento una cierta compasión muy comprensiva. No existe el triunfo de
la vida, es un mito.
Podemos aspirar a una serie de modestas victorias, acompañadas de no pocas derrotas, y todo ello encaminándonos hacia la vejez. El cristianismo, con su fe, es lo único que puede iluminar la vida.
13 una vez oído todo esto, teme al Señor y observa sus mandamientos,
ResponderEliminar13 porque esto es todo para el hombre.
14 Dios llevará a juicio todas las obras,
14 aun lo que está escondido, sea bueno o malo.
Eclesiastés 12, 13-14
Todo triunfo es limitado en esta vida,y trunfar es fácil cuando no se busca
ResponderEliminarYo considero como un triunfo en mi vida el vivir cada vez más en la presencia y cercanía de Dios. Es un verdadero triunfo al estar rodeada de un mundo lleno de oscuridad...
ResponderEliminarMuy buen post, enhorabuena, nos biene muy bien a todos.
ResponderEliminarOh!!
ResponderEliminarPadre Fortea, creo que el concepto de "triunfo" , "éxito" está limitado según describe a ese momento de reconocimiento por parte de otros, cuando todo está bien, cuando todo es felicidad.
En cambio en mi personal punto de vista y el de muchos a mi parecer, la vida está llena de pequeños triunfos y éxito, todos esos pequeños momentos nos dan ese triunfo visto de las películas.
Somos seres con virtudes y defectos, las películas igualmente nos hablan de esos momentos, y como tales, hay que saber mirar en lo importante.
Tal vez como dice usted, es mi influencia cristiana, pero yo lo veo en mi gente mexicana, que muchos nos sentimos triunfadores, hasta tenemos la canción...pero sigo siendo el rey, con dinero y sin dinero, con reconocimiento sin él...
Los pequeños, cada bebé, nos muestra el triunfo en cada cosa que hace y logra y sin embargo no se queda en ello, sigue...
Así debemos ser...no quedarnos en la idea del triunfo y la permanencia sino seguir, porque que hay más cosas que lograr y más metas que cruzar, incluso en la vejez.
Tantas cosas tecnológicas por aprender (por poner un ejemplo), y tantos libros que escribir o leer...hay muchas cosas que podemos llegar a poner como meta, como triunfo, como éxito conseguido.
Lo increíble es creer que el triunfo es aquel reconocimiento de los otros hacia nuestras metas personales en la vida. Tal vez suene egoísta, pero los triunfos y los éxitos son personales. Lo otro, es como una añadidura que puede o no ser. Y esperar esa añadidura, es el error del que se ilusiona, del que se frustra porque no es siempre...o no dura siempre.
Un fuerte abrazo
💕😘
Con amor, Angelina
Así es.
ResponderEliminarNuestro mundo consumista, nos dice que la vida es eso, triunfar y pasarlo genial y al final,! Eutanasia!
Pero ese solo es el camino de la decepción y la tristeza.
Hemos venido a este mundo para servir y amar a Dios y al prójimo.
Sobretodo para unirnos a Dios. Esa es nuestra vocación.
Y solo ese camino nos proporcionará felicidad y plenitud en la vida Eterna.
Solo el Evangelio es el Camino, la Verdad, y la Vida.
Eso es tan cierto, aunque a veces las apariencias son tan arrolladoras que uno se deja engañar, creyendo que las injusticias son sordas a aquella sentencia de san Pablo, cuando en una carta dice de uno, que Dios le dará su merecido (me hace mucha gracia). La vida ciertamente lo da.
ResponderEliminarPor supuesto que Dios nos quiere tb disfrutando de las cosas buenas de la vida: del Cine, la Playa, la naturaleza, el arte, el saber.... Pero no con esa finalidad de ser el primero y triunfar en este mundo, no.
ResponderEliminarCon la voluntad de disfrutar de este mundo y poner nuestros dones al servicio de los demás.
Pater, a veces es una alegría asomarse a este blog, y se lo digo con cariño. Esta es una de esas veces. Un abrazo 🙂
ResponderEliminarPadre le sugiero que estudie la guerra civil mexicana entre liberales y conservadores -que fue también conflicto internacional (1856-1867). Pienso que simpatizará con el bando perdedor, es decir el católico.
ResponderEliminarCada vez siento más simpatía por las personas que tuvieron grandes ilusiones en la juventud, pero a las que la vida les defraudó. Por las personas que buscan triunfar en la vida siento una cierta compasión muy comprensiva. No existe el triunfo de la vida, es un mito.
ResponderEliminarDe esto cada vez estoy más segura y lo hace sentir a uno como que no encaja en esta sociedad, toda esta vida es tan efímera,veo que las personas se afanan, se preocupan por tener,por adquirir, por ser exitosas, y personas que pensamos así somos propicias de una incomprension y por ende de rechazo. Al final, nada importa más que amar a Dios y hacer Su Voluntad. Nada es más importante que nuestra salvación.
En una entrevista de Meghan Markle la famosa Duquesa de Sussex, dice que quiera que su hija sea bien educada e inteligente y que aspire alto y que se sienta orgullosa de ello. Endiosan la inteligencia es decir la adquisición de conocimiento el IQ, la adquisición de títulos académicos como si la persona se redujera a ese éxito laboral y académico pero no se empodera a los hijos a ser empáticos, a ser buenas personas,a amar al prójimo cómo así mismos, a aspirar a la santidad. Al final ese tipo de padres como Meghan Markle sólo consiguen que sus hijos llenen sus propias expectativas y sean seres que vivan para sí mismos y que sus vidas graviten en torno a ése éxito mundano. En torno a sí mismos. A lo sumo realizarán alguna otra obra de caridad, mera filantropía vacía, sólo mero activismo social.
EliminarEl cristiano coherente es decir el que da testimonio de Cristo o se esfuerza por darlo cada día es el que tiene esa gracia esa luz Dada por Dios para cambiar el mundo. Las cimas más altas no se alcanzan coleccionando éxitos académicos y laborales, ni tampoco reconocimientos de filántropos. A las cimas más altas se llega por Cristo y esto es amando a Dios y haciendo Su Voluntad. Nada más.
Excelente!!!
EliminarTotalmente de acuerdo...
Eliminar"Mateo, 6:33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura."
ResponderEliminar2 corintios 2:14.¡Gracias sean dadas a Dios, que nos lleva siempre en su triunfo, en Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento!"
EliminarEl verdadero triunfo de esta vida es vivir de tal forma que, al final, puedas merecer la vida eterna.
ResponderEliminarAquí todo es efímero y pasajero, los sueños de triunfo son ilusiones que alimentan la vanidad y los egos.
...
Padre Patrick Desbois, documenta crímenes de guerra en Ucrania
ResponderEliminarhttps://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2022-10/ucrania-patrik-desbois-fosas-comunes-un-shock-en-el-siglo-xx.html
No existe el triunfo de la vida porque el amor es mas grande que que la vida.
ResponderEliminarJesus demostro que el amor sobrepasa la vida en su cruz y la muerte con su resurreccion.
No consigo captar bien lo que se ve en los ojos del hombre de la foto. Personas? Un edificio al fondo?
ResponderEliminarUcrania ilegaliza al partido socialista
ResponderEliminarhttps://www.europapress.es/internacional/noticia-ucrania-ilegaliza-partido-socialista-ucrania-prorruso-20221022214207.html
Las mejores novelas y obras de teatro son sobre perdedores, aunque se trate de perdedores redimidos al final como Don Quijote o Raskolnikov. Los triunfadores carecen de interés literario.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias padre por el post, es mucho más que un cable a tierra. Cuando pienso que a niños y adolescentes se les enseña lo contrario entonces nos queda claro que el mundo pasará con todo su espectáculo.
ResponderEliminarSCANDALOUS AND ABSURD - Fr. Mark Goring, CC
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=ceAqQdFReGY
Es un apost de un realismo a la luz del Evangelio, de enmarcar y colocarlo frente a la cama, para el momento de despertar y acostarse en la noche.
ResponderEliminarpost
ResponderEliminarOjalá que cuando mires a tu alrededor,
ResponderEliminarno notes que la vida se te fue,
que a la hora de tu hora me dejen ver
el paso de los años en tu piel.
¿Quién más que tú,
con una pala y un sombrero
abre la tierra, sin arado y sin tractor?
¿Quién más que tú, trabaja en año nuevo?
¿Quién más que tú merece el cielo
para sembrarlo entero?
Y ojalá que en el momento del adiós
Me recuerdes como te recuerdo yo,
La distancia nos distrajo, hasta que me enteré
Por tu carta, que no hay nada más que hacer.
Tendemos a admirar a determinadas personas, y la admiración nos lleva a encumbrarlas, pero luego cuando nos acercamos a ellas, y las miramos de cerca, descubrimos su pobreza.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el Padre Fortea, el triunfo en esta vida es una falacia, porque la vida es un camino de días alegres y animosos, de días de penas y sin sabores, y de días de amargas lágrimas, y esto es así con aplausos o sin ellos. Son también las heridas y las batallas. Las desesperanzas y las soledades. Las alegrías pasajeras y los amores defraudados. La experiencia del anochecer nos desorienta. ¡Cuántas cosas nos han salido sino mal, si por debajo de nuestras expectativas!. Y, ¿cuántos nos han fallado? Esta es la experiencia del caminar humano. Pero cómo María de Betania, escuchamos la Palabra de Dios que nos habla, y como Juan, el discípulo amado, apoyamos la cabeza sobre el pecho de Jesús, porque sólo en Él, encontramos nuestro descanso, y este es el verdadero triunfo, haber llegado a descansar en Dios.
ResponderEliminarMuy necesario que todo esto se diga y entre más jovenes mejor, para no caer en la cháchara que les brinda y vende el mundo. Qué podamos descubrir la voluntad de Dios y trabajar para su Gloria no la nuestra ni la de otros.
ResponderEliminarYo esta realidad no la vine a descubrir sino por ahí a los 60 años, ha comido uno mucho cuento, mucha carreta. Pero qué buen tema, así clarito como se debe hablar.
Nuria, muy buen aporte sobre lo de Ucrania y la política.
ResponderEliminarSi Nuria parecen personas en un contexto urbano, pero si se ven siluetas humanas.
ResponderEliminarBea, yo he aumentado la foto lo más posible y parecen siluetas humanas, tal vez bailando.
EliminarMe encantan este tipo de fotos! Son como los ojos de la Virgen de Guadalupe
EliminarLa única meta a la que aspira todo ser humano es estar con Dios,todo lo demás es un espejismo.
ResponderEliminar"consumado es" Dios puesto a prueba por Dios. El mejor triunfo es llevar una vida cristiana hasta el final. Y si el final es doloroso y humillante, darle nuestra mejor cara cristiana.
ResponderEliminarEl fariseo y el publicano
ResponderEliminarLucas 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo". El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador". Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Totalmente de acuerdo con el Padre Fortea.
ResponderEliminar¡Oh Dios, ten compasión de este pecador!
ResponderEliminarSeñor, yo soy un pecador que acude esta mañana,
con la mente llena de tristeza y el corazón frío,
a acogerse al abrigo de tu amor misericordioso.
A diario experimento en mí mismo
el peso de mi propio pecado;
lo descubro en el fondo de mi corazón,
y lo palpo en mis hechos y en mis palabras.
Yo soy el borrón y tú eres el lápiz corredor;
yo el error y tú la goma de borrar.
Yo soy el dibujo adormecido
y tú eres el Señor de la vida;
yo el abecedario desordenado
y tú la palabra salvadora.
Me siento una línea torcida
que tú enderezas con cariño de Padre.
¡Oh Dios, ten compasión de este pecador!
Me siento uno más en este pueblo
de pecadores queridos inmensamente por ti,
porque somos tan débiles y pequeños,
como creídos y autosuticientes,
incapaces por nosotros mismos
de abrirnos al amor y a la verdad.
El peso de mi vida dobla mis hombros y mi historia,
para que recuerde en todo momento que soy barro,
arcilla enamorada de ti, mi Dios en quien confío.
Que tu perdón me cure, que tu palabra me reanime,
que tu Espíritu me renueve,
que tu amor me recupere
para una vida limpia y solidaria.
Acógeme, Señor,
en el reino de tu misericordia porque soy un pecador.
Y como el publicano del Evangelio,
desde la insensatez de mis incoherencias,
yo sé, Señor, que tú escuchas mi grito:
¡Oh Dios, ten compasión de mi que soy un pecador!