Hoy he hecho un pequeño
repaso de malas decisiones de los gobernantes contra sus pueblos. Se trata de
malas decisiones objetivas, nada opinables; unas veces son decisiones tomadas por
razones ideológicas; otras, por beneficios personales.
Me producía tanta tristeza.
Son decisiones con consecuencias. Las cuales las pagarán los ciudadanos.
Esa pequeña lista me ha surgido
de forma casual, sin buscarla. Al escuchar, durante las últimas tres semanas, a
expertos en geopolítica. ¿Por qué? ¿Por qué los seres humanos nos empeñamos en
ir contra el ser humano? En los tres casos, estos jefes de Estado, por
supuesto, tenían el apoyo de sus conciudadanos.
Seguiremos rezando la
oración de los fieles. Orando para que Dios ayude a sus hijos, tantas veces a pesar
de los gobernantes. Sin duda, cuando yo era joven no sentía tanto dolor por el sufrimiento colectivo. Ay, no solo los individuos sufren, también los pueblos.