jueves, abril 27, 2023

¡Mirad! ¿A quién? Al prometido. ¡Miradlo! ¿Cómo? Como un cordero.

 

Esta mañana he ido a hacer una gestión administrativa. Vivir implica tener que someterse a esas gestiones: impresos, sala de espera, ir a que le sellen algo.

En el camino me he comprado una caja de fresas. Solo como fresas en la estación, son más gustosas.

Me han llamado de una librería de Alcalá para que dedicara cuatro libros que un comprador había pedido que le enviaran por correo con la condición de que estuvieran dedicados.

Antes del almuerzo me ha llamado un documentalista para charlar un rato sobre un asunto. Le conocí años atrás y hemos conversado un rato.

Esta tarde tengo el privilegio, la suerte, de poder celebrar la misa como el padre Pío, sin prisas, con solo una persona asistiendo. Normalmente celebro en lugares con pueblo. Pero, de tanto en tanto, puedo celebrar con esta concentración e intimidad.

Qué bonito está el campo, con tantas flores. El cielo tan azul, pero con nubes que hacen más simpático ese cielo. La temperatura que no es ni fría ni calurosa. En primavera parece que el mundo sea perfecto.

Durante el almuerzo he acabado de ver Hellboy, 3ª parte. He visto el largometraje en unas cinco o seis comidas de varios días. La he visto entera, pero sin interés. El cine que me gusta tiene que ser algo más que efectos especiales.

Al menos en Bach sí que encontramos música más allá del entretenimiento, música más allá de lo simplemente agradable:

https://www.youtube.com/watch?v=P21qlB0K-Bs

Las armonías que nos hablan de un mundo más allá del terreno.

¡Mirad! ¿A quién? Al prometido.

¡Miradlo! ¿Cómo? Como un cordero.